Lecturas del Convenio Unido para el Martes, 13 de Mayo, 2025

Giliana Kudsha

Jehoví el Creador

Jehoví es el Único Creador.

Solo Jehoví merece la adoración de toda la creación.

No hay ningún otro como Jehoví; nadie puede compararse con la grandeza y la gloria del Creador Eterno.

Su creación habla de Su nombre y de Sus obras; por esto nadie puede, en verdad, negar Su existencia.

El espíritu de la verdad es conocido por quienes sirven a Jehoví con todo su corazón y alma, quienes sirven al Creador con sus manos y pies.

Los Pactarios de Jehoví adoran al Creador y sirven a su prójimo no por obligación, sino por amor genuino.

Su pueblo observa Sus mandamientos por amor a su Creador y por interés por su prójimo.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 60:

Paciencia

1 Los Pactarios de Jehová saben y exhiben la cualidad de la paciencia.

2 Los Elegidos no corren por delante de la enseñanza que el Padre de la Grandeza me ha dado a mí.

3 Los que están en unión conmigo – una mente unida con mi mente – son pacientes en todas las cosas y tienen comprensión perfecta de la necesidad de enseñar todas las doctrinas y conceptos de una manera gradual.

4 Los Elegidos y los valiosos discípulos no van de caza con la esperanza de encontrar falsedades o imperfecciones en las enseñanzas, creencias, esperanzas o prácticas de los demás.

5 Los Pactarios de Jehová están en paz y practican la paciencia en todas las cosas y se corrigen a sí mismos antes de intentar amonestar los errores encontrados en otros.

 

El Libro de la Verdad, Una Semana de Descanso – 154:2.1-5, La Aparición en Sicar – 193:1.1-3:

Una Semana de Descanso – 154:2.1-5

154:2.1
El domingo 8 de mayo del año 29 d. de J.C., en Jerusalén, el sanedrín aprobó un decreto que cerraba todas las sinagogas de Israel a Jesús y a sus seguidores. Ésta fue una nueva usurpación de autoridad sin precedentes por parte del sanedrín de Jerusalén. Hasta ese momento cada sinagoga existía y funcionaba como una congregación independiente de creyentes, bajo el mando y dirección de su propio consejo de rectores. Sólo las sinagogas de Jerusalén se habían sometido a la autoridad del sanedrín. Esta sumaria acción del sanedrín motivó la renuncia de cinco de sus miembros. Se despacharon inmediatamente cien mensajeros para trasmitir y hacer cumplir este decreto. En el corto espacio de dos semanas, todas las sinagogas de Israel se plegaron a este manifiesto del sanedrín, a excepción de la de Hebrón. Los rectores de la sinagoga de Hebrón se negaron a reconocer la jurisdicción del sanedrín sobre su consejo directivo. Esta negación a someterse al decreto de Jerusalén se basaba en el punto de vista de la autonomía de la congregación más que en una simpatía por la causa de Jesús. Poco tiempo después, la sinagoga de Hebrón fue destruida por un incendio.

154:2.2
Este mismo domingo por la mañana, Jesús decretó una semana de vacaciones, urgiendo a todos sus discípulos que retornaran a sus hogares o fueran a visitar a sus amigos para descansar sus almas atribuladas y decir palabras de aliento a sus seres queridos. Dijo: «Iros a casa para buscar esparcimiento o pescar, mientras oráis por la expansión del reino».

154:2.3
Esta semana de descanso permitió a Jesús visitar a muchas familias y grupos junto al mar. También fue a pescar con David Zebedeo en varias ocasiones, y aunque permaneció a solas buena parte del tiempo, dos o tres de los más fieles mensajeros de David Zebedeo le vigilaron constantemente, velando por la seguridad de Jesús de acuerdo con las órdenes precisas de su jefe. No hubo enseñanza pública de ningún tipo durante esta semana de descanso.

154:2.4
Fue ésta la semana en la que Natanael y Santiago Zebedeo sufrieron una enfermedad bastante grave. Durante tres días y tres noches estuvieron agudamente afligidos por un doloroso disturbio digestivo. Durante la tercera noche, Jesús envió a Salomé, la madre de Santiago, a que descansara, mientras él ministraba a sus apóstoles dolientes. Por supuesto, Jesús podría haber curado instantáneamente a estos dos hombres, pero no era éste el método de elección del Hijo ni del Padre para tratar estas dificultades y aflicciones comunes de los hijos del hombre en los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio. Jesús no recurrió ni siquiera una vez, a lo largo de su pletórica vida en la carne, a ministraciones sobrenaturales para con los miembros de su familia terrestre o para beneficio de uno de sus seguidores inmediatos.

154:2.5
Es necesario enfrentar las dificultades del universo y aprender a salvar los obstáculos planetarios como parte del entrenamiento por medio de la experiencia, provista para el crecimiento y desarrollo, el perfeccionamiento progresivo, del alma evolutiva de las criaturas mortales. La espiritualización del alma humana requiere una experiencia íntima del proceso educacional que significa resolver una amplia gama de problemas universales reales. La naturaleza animal y las formas más bajas de las criaturas volitivas no progresan favorablemente en un ambiente fácil. Las situaciones problemáticas, combinadas con los estímulos del esfuerzo, conspiran para producir esas actividades de la mente, el alma y el espíritu que contribuyen poderosamente al logro de objetivos valioso.

1. La Aparición en Sicar

193:1.1

A eso de las cuatro de la tarde del sábado 13 de mayo, el Maestro apareció ante Nalda y unos setenta y cinco creyentes samaritanos junto al pozo de Jacob en Sicar. Los creyentes acostumbraban a reunirse en este lugar, cerca del sitio donde Jesús habló a Nalda sobre el agua viva. Este día, en el momento en que terminaban su conversación sobre la noticia de la resurrección, Jesús apareció repentinamente ante ellos diciendo:

193:1.2

«Que la paz sea con vosotros. Os regocijáis de saber que yo soy la resurrección y la vida, pero esto de nada os servirá a menos que primero nazcáis del espíritu eterno, llegando así a poseer por la fe, el don de la vida eterna. Si sois hijos de mi Padre por la fe, no moriréis jamás, no pereceréis. El evangelio del reino os enseñó que todos los hombres son hijos de Dios. Y esta buena nueva sobre el amor del Padre celestial por sus criaturas en la tierra, debe ser difundida por todo el mundo. El momento ha llegado en que ya no adoraréis a Dios ni en Gerizim ni en Jerusalén, sino donde estéis, como estéis, en espíritu y en verdad. Es vuestra fe la que salva vuestra alma. La salvación es el don de Dios, para todos los que creen que son sus hijos. Pero no os engañéis; aunque la salvación es un don gratuito de Dios y es otorgada a los que la aceptan por la fe, lo que sigue es la experiencia de rendir los frutos de esta vida espiritual tal como se la vive en la carne. La aceptación de la doctrina de la paternidad de Dios implica que también aceptéis libremente la verdad asociada de la hermandad del hombre. Si el hombre es tu hermano, él es aun más que tu prójimo, a quien el Padre exige que ames como a ti mismo. Tu hermano pertenece a tu familia; así pues, lo amarás no sólo con el afecto familiar sino que también lo servirás como te servirías a ti mismo. Y amaréis y serviréis a vuestro hermano de este modo porque vosotros, siendo mis hermanos, así habéis sido amados y servidos por mí. Id pues por todo el mundo, difundiendo la buena nueva a todas las criaturas de todas las razas, tribus y naciones. Mi espíritu irá delante de vosotros, y yo estaré siempre con vosotros».

193:1.3

Estos samaritanos mucho se asombraron con esta aparición del Maestro, y de prisa se fueron a las ciudades y aldeas vecinas donde difundieron la noticia de que habían visto a Jesús, y que les había hablado. Y ésta fue la decimoséptima aparición morontial del Maestro.