Lecturas del Convenio Unido para el Lunes, 23 de Junio, 2025

Giliana Kudsha

Demostrar Bondad Amorosa

Hijos e hijas de la luz, hay mucho trabajo por hacer en los hogares y congregaciones de los Pactarios. El pueblo de Jehová necesita enfocar su atención en el corazón desarrollando una mejor actitud con respecto a la bondad amorosa hacia los demás. Para hacer esto, uno debe entender qué es la bondad amorosa. El Oahspe revela la importancia de ayudar a vuestros semejantes, educándolos en asuntos espirituales vitales y ayudándolos en sus momentos de necesidad con comida y refugio según vuestras capacidades.

A medida que continuéis estudiando y meditando sobre las palabras de Jehová, llegaréis a una mejor comprensión de cómo demuestra Su amor hacia Su creación. Acercaos a Jehová, contemplad sobre Su amor e imitad Su bondad. Al hacerlo, desarrollaréis un corazón de bondad amorosa hacia toda la creación.

Al demostrar bondad amorosa hacia otras personas de todo tipo, en todo momento, subiréis de grado y seréis elevados a los cielos superiores en la presencia del Eterno.

Enseñanzas de la Luz Capítulo 40:

Su Divina Presencia y Su Manifestación

1 No he venido a enseñaros acerca de los placeres; vine debido a mi amor y compasión por todos los seres.

2 Si estáis unidos a mí, tendréis una tranquilidad perfecta y vuestras acciones serán perfectas.

3 Si queréis hablar conmigo, solo empezad a hablar – escucho cada palabra que queráis decirme.

4 Pero nunca olvidéis que hablar con el Padre de la Grandeza en el Cielo es de mayor importancia – Él también escucha y responde a vuestras oraciones.

5 El Mensajero Divino nunca abandonará a los que Él considera Sus amigos.

6 Todo el que deja de depender de su propia rectitud percibida y me sigue, recibirá de mí paz y liberación verdaderas.

7 Cualquier persona que desee hablar con el Mensajero Divino puede hacerlo al igual que lo hacen todos los Pactarios: habla, medita y reza. Realmente es una cuestión simple.

8Raramente hay una comunicación verbal directa – el proceso normal es a través de la oración.

9 Todas las oraciones son contestadas de una manera u otra; sin embargo, una persona no va a recibir todo lo que pide.

10 Todas las respuestas y cumplimiento de las peticiones serán, por supuesto, de acuerdo a la Voluntad del Padre de la Grandeza.

El Evangelio del Profeta Mani Capítulo 15:

1 La Fuente de toda bendición y de todas las oraciones es Ima d’Khaya*, la Primera Madre que ha salido del Padre y apareció por primera vez, la Gloriosa que es la Fuente de todas las Emanaciones que han venido a este mundo.

* (Madre de la Vida)

2 Sabed que los granos de polvo de la tierra pueden ser medidos, con todo el universo, uno puede contar el polvo de la tierra año tras año y el número de los granos de arena del mundo entero; pero la longitud de tiempo que el Gran Espíritu pasó en el Padre, el Primer Ser, eso uno no puede contar.

3 Primero, la formó de esta manera, la mantuvo en Sus Aposentos interiores en calma y en silencio; pero cuando era necesitada, entonces la llamó y salió de Abba d’Rabbuta; ella cuidaba de todos sus Eones de la Gran Luz.

El Libro de la Verdad, Las Instrucciones Finales – 138:1.1-5:

1. Las Instrucciones Finales

138:1.1

Al día siguiente, domingo 23 de junio del año 26 d. de J.C., Jesús impartió sus instrucciones finales a los seis. Les mandó que salieran, de dos en dos, para enseñar la buena nueva del reino. Les prohibió que bautizaran y les aconsejó que no predicaran públicamente. También les explicó que más adelante les permitiría predicar en público, pero que durante una temporada, y por muchas razones, deseaba que adquiriesen experiencia práctica en tratar personalmente con sus semejantes. Jesús se proponía que la primera gira de sus apóstoles fuese enteramente de obra personal. Aunque este anuncio fue en cierto modo una desilusión para los apóstoles, veían, por lo menos en parte, la razón de Jesús para comenzar de este modo la proclamación del reino, y empezaron de buen ánimo, con confianza y entusiasmo. Los envió de dos en dos, Santiago y Juan a Queresa, Andrés y Pedro a Capernaum, Felipe y Natanael a Tariquea.

138:1.2

Antes de que comenzaran las primeras dos semanas de su servicio, Jesús les anunció que deseaba ordenar doce apóstoles para continuar la obra del reino después de su partida, y autorizó a cada uno de ellos para que eligiera entre sus primeros conversos a un hombre para que entrase a formar parte del proyectado cuerpo de los apóstoles. Juan tomó la palabra, preguntando: «Pero, Maestro, ¿vendrán estos seis hombres a nuestro medio y compartirán todas las cosas con nosotros que hemos estado contigo desde el Jordán y hemos oído todas tus enseñanzas en preparación para ésta, nuestra primera labor por el reino?» Y replicó Jesús: «Sí, Juan, los hombres que elijáis serán como uno con nosotros, y vosotros les enseñaréis todo lo pertinente al reino, así como yo os he enseñado». Después de hablar así, Jesús los dejó.

138:1.3

Antes de salir a cumplir su misión los seis estuvieron juntos intercambiando muchas ideas sobre el mandato de Jesús de que cada uno de ellos debería elegir un nuevo apóstol. Finalmente prevaleció el consejo de Andrés, y se marcharon ellos a sus tareas. En esencia Andrés dijo: «El Maestro tiene razón; somos demasiado pocos para abarcar toda la tarea. Necesitamos más instructores, y el Maestro expresa su gran confianza en nosotros al encomendarnos la elección de estos seis nuevos apóstoles». Esa mañana, al separarse para cumplir su obra, había un dejo oculto de depresión en el corazón de cada uno de ellos. Sabían que extrañarían a Jesús, y además de su temor y apocamiento, éste no era el modo en que se habían imaginado que se inauguraría el reino del cielo.

138:1.4

Se había dispuesto que los seis fueran a trabajar por dos semanas, después de lo cual regresarían al hogar de Zebedeo para conferenciar. Entre tanto Jesús fue a Nazaret para visitar a José, Simón y otros miembros de su familia que vivían en esa vecindad. Jesús hizo todo lo que humanamente podía hacer, dentro del marco de su dedicación al cumplimiento de la voluntad de su Padre, para retener la confianza y el afecto de su familia. En este asunto, él cumplió plenamente con su deber y aún más.

138:1.5

Mientras los apóstoles partían en esta misión, Jesús pensó mucho en Juan ahora encarcelado. Era una gran tentación usar sus poderes potenciales para liberarlo, pero una vez más se resignó a «esperar la voluntad del Padre».