Giliana Kudsha
Manteneos Fieles y Practicad la Paciencia
Os aseguro que si sois siempre fieles y practicáis la paciencia, vuestras necesidades serán satisfechas.
Enseñanzas de la Luz Capítulo 11:
Culpa
1 Culpar a otros por vuestras deficiencias es el camino de los inmaduros.
2 No seréis culpados eternamente si os encontráis en una situación donde debéis tomar la vida de otro en defensa propia para proteger a vuestra familia o a vosotros mismos. Si hacéis esto, debéis arrepentiros a través de la entrega de Limosnas y buscar el perdón del pecado que habéis cometido.
3 Si no buscáis el perdón, la culpa permanecerá sobre vosotros ya que la sangre que mancha vuestras manos no se borrará.
4 Buscaréis tratar de perfeccionaros a vosotros mismos y al alma practicando las Virtudes, y buscaréis el perdón y siempre estaréis en paz con vuestros hermanos y hermanas y nunca les culparéis por vuestros defectos.
Evangelio del Santo Profeta Mani Capítulo 77
1 Mi Señor, el gozo de tu llanto dulce me ha hecho olvidar la vida en el mundo, la dulzura de tu voz me ha hecho acordarme de mi Ciudad.
2 Yo mismo he recibido de nuevo los tres Regalos santos que los tres Ángeles santos extienden hacia mí; de la Mente de la Luz* y del Maestro Divino han venido una Guirnalda fresca, una Diadema nueva y un Manto brillante.
* (Vohumanah, Yisho la Doncella de la Luz)
3 Corrí hacia mi Juez; puso la guirnalda de la gloria sobre mí, puso el premio de la victoria en mi mano; él me vistió en el Manto de la Luz, me elevó por encima de todos mis enemigos.
4 ¡Mira, la alegría me ha sobrepasado por medio de tu Mano Derecha que me vino a mí!
5 ¡Shlama lukh*, Oh seres celestiales, ángeles de gloria que estáis en la Tierra de la Luz! ¡De ahora en adelante, nunca más seré un prisionero, o un esclavo!
* (Siríaco para “Que la paz sea con vosotros”)
6 He encontrado las Naves – las Naves son el Sol y la Luna – me han transportado a mi Ciudad: he encontrado el Puerto – ¡el Puerto es el Mandamiento!
7 ¡Yo he puesto mi pie sobre el Camino – y el Camino es el Conocimiento de Dios!
8 ¡Transpórtame al Sol y a la Luna, Oh Transbordador de Luz que está sobre estas tres tierras!
9 Dispersa la nube oscura que está ante mis ojos para que pueda cruzar a tus estimados aposentos.
10 He llegado a un nivel que me ha permitido ver tu Luz, por lo que no tengo ninguna preocupación por la Oscuridad – por lo tanto, que nadie llore por mí; ¡mirad, las Puertas de la Luz se han abierto para mí!
11 Me alegro mientras asciendo a mi Padre con quien he conquistado en la tierra de la oscuridad;
12 Oh mi gran Rey, transpórtame a la Ciudad de los Ángeles – los Seres Celestiales, llevadme dentro de los hogares de alegría – ¡porque yo soy vuestro! ¡Contad en mi mano la recompensa de muchas contiendas!
13 ¡Me alegro, me regocijo por eternidad de las eternidades! ¡Te adoro, Oh Padre de la Luz, y os bendigo, Oh Eones de la Alegría, y a mis hermanos y hermanas de los que he estado alejado y los he vuelto a encontrar una vez más!
14 Me he convertido en una Novia* santa en los tálamos tranquilos de la Luz; he recibido los regalos de la victoria.
* (sin género)
Libro de la Verdad, La Ordenación de los Setenta en Magadán, 163:0.1-2:
163:0.1
POCOS días después del retorno de Jesús y los doce a Magadán desde Jerusalén, llegaron de Belén, Abner y un grupo de unos cincuenta discípulos. En esta época, también se encontraban reunidos en el campamento de Magadán el cuerpo de evangelistas, el cuerpo de mujeres, y unos ciento cincuenta otros discípulos verdaderos y sinceros de todas partes de Palestina. Después de dedicar unos pocos días a departir con sus seguidores y a la reorganización del campamento, Jesús y los doce dieron comienzo a un curso de capacitación intensiva para este grupo especial de creyentes; de este grupo de discípulos capacitados y expertos seleccionó el Maestro posteriormente a los setenta instructores que envió para proclamar el evangelio del reino. Esta instrucción sistemática comenzó el viernes 4 de noviembre y continuó hasta el sábado 19 de noviembre.
163:0.2
Jesús habló a este grupo todas las mañanas. Pedro les enseñó métodos de predicación pública. Natanael les instruyó en el arte de la enseñanza; Tomás les explicó cómo responder a las preguntas; y Mateo dirigió la organización de las finanzas del grupo. Los demás apóstoles también participaron en este trabajo de enseñanza de acuerdo con sus experiencias especiales y talentos naturales.