Lecturas del Convenio Unido para el Domingo, 19 de Enero, 2025

Giliana Kudsha

No Permitáis que Satanás Tiente Vuestro Corazón

Escucha bien: Satanás no es una figura abstracta ni algo lejano. Es real, astuta y despiadada, siempre buscando formas de infiltrarse en tu vida. Ella observa cada paso que das, cada pensamiento débil, cada momento de duda. Si bajas la guardia, incluso por un instante, ella aprovechará para plantar en ti las semillas del pecado. No te engañes pensando que puedes jugar con el fuego y salir ileso.

La tentación de Satanás se presenta como algo atractivo, seductor, incluso justificado. Pero detrás de su apariencia encantadora, su único objetivo es destruirte desde dentro. Si permites que sus susurros se alojen en tu corazón, poco a poco ella te alejará de Alaha, te llenará de orgullo, envidia y desesperación.

No tienes tiempo para la complacencia. Cada día es una batalla, y tú debes estar preparado. No te dejes llevar por las emociones ni por las justificaciones. Satanás es experta en manipularte para que creas que el pecado es inofensivo, pero tú debes ser más fuerte que sus mentiras.

Sé disciplinado. No permitas que sus artimañas dominen tu mente. Si un pensamiento corrupto aparece, elimínalo de inmediato. No dialogues con ella, no racionalices sus insinuaciones. Tu fortaleza depende de tu capacidad para cortar de raíz cualquier influencia que te desvíe del camino.

Satanás odia un corazón puro, porque sabe que no puede penetrarlo. Tú debes trabajar diariamente para que tu corazón sea impenetrable. Examina tus deseos, tus ambiciones, y tus intenciones. ¿Están dirigidos hacia Alaha o hacia ti mismo? Si permites que el egoísmo o la apatía tomen el control, le estás abriendo la puerta a ella.

Ella no necesita mucho para sembrar el caos. Basta con que te descuides en lo pequeño: un pequeño pecado aquí, una excusa allá. Y antes de que te des cuenta, estarás atrapado en su red. No permitas que eso ocurra.

La lucha contra Satanás no es fácil, pero tampoco es imposible. Tú tienes la fuerza para resistirla si permaneces alerta y decidido. No te rindas a sus tentaciones; no le des poder sobre tu vida. Que ella no encuentre en ti un corazón débil ni una voluntad quebrada.

Elige bien. Lucha con valor. Mantén la puerta de tu corazón cerrada a Satanás y abierta únicamente a Alaha. No permitas que ella te venza.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 87:

La Verdadera No Violencia

1 Si alguien expresa ira hacia vosotros, hablad siempre con palabras amables con él o ella.

2 Si alguien expresa envidia hacia vosotros, no lo envidiéis por vuestra parte.

3 Si alguien expresa odio hacia vosotros, no lo odiéis a ese a cambio.

4 Los insultos y los abusos nunca deben hacer que el devoto paciente vacile incluso en lo más mínimo.

5 Nunca devolváis mal por el mal, sino que devolved compasión incluso a vuestro enemigo.

Didaché Capítulo 1

Los Dos Caminos y el Primer Mandamiento

1 Hay dos caminos, uno de vida y uno de muerte; pero hay una gran diferencia entre estos dos caminos.

2 El camino de la vida, entonces, es este: Primero, deberá amar al Creador que le hizo a usted; segundo, a su prójimo como a usted mismo; y usted nunca debe hacer a los demás lo que usted mismo no querría que los demás le hicieran a usted.

3 Y de estos dichos la enseñanza es esta: Usted deberá bendecir a todos los que le maldicen, y rezar por sus enemigos, y ayunar por todos los que le persiguen.

4 ¿Para qué sirve entonces si usted ama solo a los que le aman? ¿No hacen los gentiles lo mismo?

5 Pero usted debe amar a los que le odian; y usted no tendrá un enemigo.

6 Absténgase de los deseos carnales y mundanos.

7 Si alguien le golpea su mejilla derecha, ofrézcale la otra también; esta práctica le llevará a la perfección.

8 Si alguien le pide ir una milla, vaya con él dos en su lugar.

9 Si alguien le quita su capa, también debe darle su abrigo.

10 Si alguien toma algo que le pertenezca, no pida recuperarlo porque ¿qué bien puede hacer con ello en primer lugar?

11 Dé a todo el que le pida, y no pida nada a cambio; porque el Padre quiere que a todos se les debe dar de nuestras propias bendiciones que son dones gratuitos.

12 Feliz el que da conforme al Mandamiento; porque él es irreprochable.

13 Pobre del que recibe, porque si uno teniendo necesidad recibe, él está libre de culpa.

14 Pero el que recibe sin tener una verdadera necesidad, deberá pagar la pena, por qué recibió y para qué.

15 Y, entrando en el confinamiento, será examinado sobre las cosas que él ha hecho, y no escapará hasta que devuelva el último centavo.

16 Pero también ahora acerca de esto, se ha dicho: “Deje a sus limosnas sudar en el agarre firme de la palma de sus manos, hasta que sepa usted a quién se las debe dar”.