Giliana Kudsha
Permaneciendo Fieles
Los verdaderos creyentes son aquellos que adoran al Creador Eterno Único y son discípulos de Su Hijo. Adoran a su Padre que se sienta sobre los cielos y sirven a Su Hijo que se manifiesta a Sí mismo mediante los diversos Mensajeros enviados por Su Padre.
Un verdadero creyente debe creer fielmente en la verdad, tener fe en los mensajes revelados de esta era, y seguir con diligencia ciertas costumbres y tradiciones que se transmiten a la mayor asamblea de la verdad, conocida como el Remanente. Esos son tus deberes. Es el Convenio Unido el que debe ser enseñado a todos los creyentes en tu hogar.
No descuides tus deberes como siervo del Eterno. Recuérdales a tus hijos e hijas y a los creyentes que te rodean que sean siempre fuertes en su fe en su Padre Único y atentos en su trabajo para construir el Reino del Creador.
Permaneciendo fiel a las verdades de los tiempos antiguos y modernos, serás bendecido. Al seguir las costumbres y tradiciones establecidas para los miembros del Convenio Unido de la Religión de la Luz, serás bendecido.
Hablaré contigo sobre las costumbres en los próximos días.
Enseñanzas de la Luz Capítulo 51:
Varios Mensajeros Divinos
1 Moisés, Joshú, Zaratustra y muchos otros fueron designados como Mensajeros Divinos y la presencia del Espíritu Viviente estuvo dentro de ellos en la antigüedad y nada ha cambiado con respecto a este asunto incluso hasta el día de hoy.
2 Sus enseñanzas, las Enseñanzas de la Luz, consisten en el Camino de la Verdad y la Vida y conducen al alma con seguridad a su viaje de regreso a los Jardines de la Luz.
3 Las palabras de los Mensajeros deben respetarse fielmente. Se les dio plena autoridad que Jehová mismo les concedió para cumplir todas las cosas justas.
4 Las palabras de los Mensajeros Divinos son las mismas palabras de Jehová.
5 Todos los Mensajeros Divinos son lo mismo. Cuando uno habla, todos hablan.
6 Los Mensajeros Divinos hablan la mente de Jehová y por eso se les conoce como la Voz de Jehová.
7 Cuando habláis a uno de los Mensajeros Divinos, estáis hablando a todos ellos.
8 Los Mensajeros Divinos están siempre con vosotros.
9 Los Mensajeros escuchan vuestras oraciones y las presentan ante el Gran Trono de Jehová.
El Evangelio del Profeta Mani Capítulo 2:
1 Ahora, después de muchas eras, la Materia fue dividida contra sí misma, y sus frutos unos contra los otros; la Materia se hizo desordenada, y produjo y aumentó y siguió emanando muchos poderes.
2 Entonces, habiendo aumentado, siguió adelante, sin saber completamente la existencia del Bien; y cuando la guerra había comenzado, y algunos estaban persiguiendo mientras que otros estaban siendo perseguidos, mientras se elevaba más y más, vio tanto a la tierra como a la Luz del Bien; en el transcurso del conflicto la oscuridad pasó más allá de sus propias fronteras.
3 Así que después de que cada uno de ellos había llegado a conocer al otro, y la oscuridad había empezado a mirar atentamente a la Luz, habiendo como adquirido una pasión por la cosa mejor, siguió hacia adelante para mezclarse con ella, con el fin de alcanzar lo que no era suyo, e incluso deseó ocupar esta Fuente, despojando a Dios.
4 Moviéndose irregularmente, porque tal cosa está de acuerdo con su naturaleza, la Materia llegó a la morada de Dios, o a la Luz y al Brillo y a todas esas cosas, y decidió seguir adelante, por así decirlo, con una cierta prisa, tomando esto como una prueba de su familiaridad con la Luz.
5 Por lo tanto la Materia se apresuró, con los demonios y los ídolos, y el fuego y el agua, en contra de la Luz que había aparecido.
6 Después de haber mirado a la Luz atentamente, comenzaron a disfrutarla y a admirarla, y decidieron pelear en contra de ella y apoderarse de ella sin demora, y mezclar su propia oscuridad con la Luz.
7 Cuando el Rey de la Oscuridad había decidido subir a la Región de la Luz, a continuación los Cinco Tabernáculos empezaron a moverse y Dios se dio cuenta del ataque en masa.
8 De tal manera, el Gran Padre tomó el primer paso. Fortaleció a todos Sus Ángeles diciendo, “¡Reuníos, todos vosotros, y protegeos del ojo del malvado que ha mirado hacia arriba!”
9 Uno de los Hijos de la Luz miró desde arriba y lo vio; él les dijo a sus hermanos ricos: “Oh hermanos míos, Hijos de la Luz los cuales no menguan ni disminuyen, miré abajo hacia el abismo, y vi al malvado, el hijo del mal, deseando hacer la guerra.
10 Vi su armadura cruel que está lista para hacer la guerra, vi trampas puestas y redes lanzadas y extendidas, para que el Pájaro que debe venir pueda ser capturado y para que no se escape de ellos.”
11 Entonces Dios decidió vengarse de esta Materia aunque no tenía el mal con que castigarla porque no hay nada malvado en la Casa de Dios.
12 Porque Dios solo quiere hacer el bien, pero la Materia solo desea hacer el mal.