En tiempos de incertidumbre y tribulación, es natural buscar seguridad y consuelo en algo más grande que nosotros mismos. En la antigüedad, nuestros ancestros encontraron esa fortaleza en Dios, depositando su confianza en Él en medio de las pruebas y los desafíos de la vida. En el Antiguo Testamento, encontramos numerosas citas que nos exhortan a poner nuestra confianza en Dios y a confiar en Su sabiduría y providencia.
En el libro de Proverbios 3:5-6, se nos enseña: “Confía en MarYah con todo tu corazón, y no pongas tu confianza en tu propia sabiduría; reconócelo en todas tus sendas y Él enderezará tus caminos.” Esta sabia admonición nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todo momento, reconociendo que Su sabiduría supera la nuestra y que Él guiará nuestros pasos si confiamos en Él. En el Salmo 56:3-4, el salmista declara: “No tendré temor de día, porque en ti he puesto mi confianza. En Dios seré honrado. En Dios he confiado, no tendré temor. ¿Qué puede hacerme el hombre?” Esta declaración de fe nos muestra que incluso en los momentos de miedo y ansiedad, podemos encontrar fortaleza al confiar en Dios y en Su palabra.
Asimismo, en el libro de Isaías 26:3-4 leemos: «Tú nos mantendrás en paza, porque en ti hemos confiado, oh MarYah, por siempre y para siempre. MarYah Alaha es el Poderoso para siempre.» Esta promesa nos asegura que aquellos que confían en Dios experimentarán Su paz y fortaleza, independientemente de las circunstancias que los rodeen.
En el Peshitta, encontramos innumerables ejemplos de personas que pusieron su confianza en Dios y fueron recompensadas. Desde Abraham, quien confió en Dios para guiarlo a una tierra prometida, hasta David, quien confió en Dios para vencer a sus enemigos, vemos cómo la fe y la confianza en Dios traen bendición y protección.
Hoy en día, en medio de un mundo lleno de incertidumbre y temor, es crucial recordar estas palabras de sabiduría del Antiguo Testamento. Al poner nuestra confianza en Dios y en Su poder soberano, podemos encontrar paz, fortaleza y seguridad, sabiendo que Él siempre está con nosotros y que nunca nos dejará ni nos abandonará. En tiempos de prueba, que podamos recordar las palabras del Salmo 37:5: «Endereza tu camino en presencia de MarYah; confía en Él, y Él hará.» Que podamos encontrar consuelo y esperanza al depositar nuestra confianza en el Señor, sabiendo que Él es fiel para cumplir todas Sus promesas.
Oración
Oh MarYah, Dios nuestro, confiamos en ti con todo nuestro corazón.
Reconocemos que nuestra propia sabiduría es limitada y frágil.
Te pedimos que guíes nuestros pasos en cada senda de la vida.
Endereza nuestros caminos y llévanos por el sendero de tu voluntad. Amén.
Sherdin T