Giliana Kudsha
Escuchando al Espíritu Santo
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu declara a los buscadores de la verdad. El Aliento del Altísimo, enviado por Mshikha, se mueve invisiblemente, guiando a los puros de corazón por los senderos antiguos. A través de los mensajeros del Padre, resuena la voz del Espíritu, no en el trueno, sino en el susurro que escuchan aquellos que vigilan y esperan.
Buscad las Escrituras con lámpara y anhelo, porque dentro de la Palabra de Alaha, la voz del Espíritu está inscrita para aquellos cuyos ojos no están nublados. Que tu corazón sea el altar, y tus oraciones el incienso que se eleva, pues en la quietud y la súplica se revelará el consejo oculto del Todopoderoso. Bienaventurado el que escucha y no se aparta, porque será guiado por la mano del Espíritu desde las sombras hacia el amanecer.
La Palabra de Alaha es lámpara para tus pies y brújula para tu alma. Claman los mensajeros del Altísimo. ¿Puedes percibir su llamado, o pasará como vapor más allá de tu alcance?
Por el poder del Espíritu Santo, la Palabra está abierta; escudriña sus profundidades de día y de noche. Que la Palabra sea tu pan y tu aliento. En el ayuno y en la oración, hallarás la voz que llama desde más allá del velo. Porque el Espíritu no lucha con los que están ensordecidos por el caos del mundo, sino que reposa sobre los mansos, los pacientes y los vigilantes.
El tiempo se apresura. La noche se profundiza y el clamor del centinela se acerca. ¿Serás hallado con aceite en tu lámpara o vagando en las tinieblas exteriores? El Espíritu guía, pero no arrastra. Quien lo siga andará por el camino angosto, y el peregrino que persevere verá las puertas del Reino.
Enseñanzas de la Luz Capítulo 11:
Culpa
1 Culpar a otros por vuestras deficiencias es el camino de los inmaduros.
2 No seréis culpados eternamente si os encontráis en una situación donde debéis tomar la vida de otro en defensa propia para proteger a vuestra familia o a vosotros mismos. Si hacéis esto, debéis arrepentiros a través de la entrega de Limosnas y buscar el perdón del pecado que habéis cometido.
3 Si no buscáis el perdón, la culpa permanecerá sobre vosotros ya que la sangre que mancha vuestras manos no se borrará.
4 Buscaréis tratar de perfeccionaros a vosotros mismos y al alma practicando las Virtudes, y buscaréis el perdón y siempre estaréis en paz con vuestros hermanos y hermanas y nunca les culparéis por vuestros defectos.
Didaché Capítulo 3:
Otros Pecados Prohibidos
1 Hijo mío, huya de todo lo malvado y de todo lo que se asemeja al mal.
2 No viva una vida llena de ira, porque la ira conduce al asesinato.
3 Ni tampoco será celoso, ni combativo, ni iracundo, porque de todas estas cosas nacen los asesinatos y no son apropiadas en un seguidor del Mesías.
4 Hijo mío, no se llene de lujuria, porque la lujuria lleva a la fornicación.
5 Ni tampoco hablará de manera grosera ni tendrá la mirada altiva porque todas estas cosas llevan a la infidelidad y no son apropiadas en un seguidor del Mesías.
6 Hijo mío, no sea uno que trata con la brujería porque estas prácticas conducen a la idolatría.
7 Tampoco será un hechicero, ni un astrólogo, ni será un mago, y ni siquiera buscará a los que practican estas cosas ni permanecerá en su compañía, pues todas estas cosas conducen a la idolatría y no son apropiadas en un seguidor del Mesías.
8 Hijo mío, no diga mentiras, ya que mentir lleva al robo.
9 Ni tampoco será avaricioso por el dinero ni presuntuoso, porque todas estas cosas llevan al robo y no son apropiadas en un seguidor del Mesías.
10 Hijo mío, no ande murmurando, ya que esto lleva a la blasfemia.
11 Ni tampoco será obstinado, y ni tendrá pensamientos malvados, porque todas estas cosas hacen que se desarrolle la blasfemia.
12 Pero sea manso, porque son los mansos los que heredarán la tierra.
13 Sea paciente cuando sufra injusticias y sea compasivo y sin engaño y sea pacífico y amable con todos, siempre prestando mucha atención a lo que ha escuchado.
14 No se ensalzará a sí mismo, ni se permitirá a sí mismo ser audaz.
15 No caminará con los soberbios, sino que permanecerá en la compañía de los justos y humildes.
16 Cualquiera que sean las pruebas y tribulaciones que vengan sobre usted, las recibirá para su propio bien, sabiendo que nada se lleva a cabo sin el conocimiento del Creador.