Lecturas del Convenio Unido para el Martes, 19 de Noviembre, 2024

Giliana Kudsha

Lecturas para las Congregaciones

El séptimo día de la semana (Sábado), debéis reuniros para leer porciones de la Torá1. Los Domingos, debéis leer las palabras de la Didaché2. Los Lunes, debéis leer el Evangelio del Santo Profeta Mani3. Los Miércoles, debéis leer las palabras designadas del Oahspe4 [solo libros específicos del Oahspe]. Los viernes y días especiales relacionados con su texto, debéis leer la sección IV del Libro de la Verdad; el Libro no solo complementa las escrituras ya mencionadas para el Convenio Unido, sino que también ayuda a solidificar los conceptos enseñados dentro del Convenio.

Además de estos libros, debéis continuar leyendo los textos sagrados que son tradicionales en vuestra comunidad, como por ejemplo: los Salmos de Israel, los Proverbios de Salomón, el Nuevo Testamento, los Evangelios de Mateo y Tomás, la Epístola de Santiago, y otros. Pero todos los días, debéis leer las palabras de la Giliana Kudsha5.

Si no podéis reuniros como una congregación, debéis leer y meditar sobre estas Escrituras en privado. Al hacerlo, orad siempre pidiendo sabiduría y guía. Orad antes y después de leer las Escrituras.

Notas del Editor

1 Los textos tradicionales del Shabat son de los 5 primeros libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio. Mir Izgadda no menciona la lectura de la Haftará.

2 La Didaché, también conocida como las Enseñanzas de Jesucristo mediante los Apóstoles. Este es un texto sagrado compuesto alrededor del año 50 D.C.

3 Una recopilación de textos traducidos de diversas fuentes Maniqueas.

4 Libros para leer de la Biblia Oahspe: Oahspe, La Voz del Hombre, El Libro de Jehovíh (Capítulos I-VIII), El Libro del Juicio (Capítulos I-XXXVIII), el Libro de la Inspiración (Capítulos I-XVII), El Libro del Reino de Jehovíh en la Tierra (Capítulos I-XXVI), y El Libro de la Disciplina (Capítulos I-XIV)

5 Consulte las siguientes secciones de este folleto para obtener más información: “Vuestro Libro Sagrado”, y “Alimentándose de las Palabras Sagradas”.

Enseñanzas de la Luz Capítulo 26:

Igualdad

1 Mis discípulos conocen y exhiben la cualidad de la igualdad.

2 Ellos no hacen ningún daño, ya sea en acción o en palabra, hacia nadie que ellos crean que pueda ser diferente a ellos, independientemente de su raza, género, orientación sexual o condición económica.

3 Mis discípulos se ponen de pie como heraldos como una voz unida pidiendo la igualdad para toda la humanidad, sabiendo que toda la humanidad es de una fuente, y que todos son hermanos y hermanas dentro de la creación.

 

Libro de la Verdad, Ordenación de los Setenta, 163:1.1-6:

1. Ordenación de los Setenta

163:1.1

El sábado 19 de noviembre por la tarde, en el campamento de Magadán, Jesús ordenó a los setenta y Abner fue nombrado jefe de estos predicadores e instructores del evangelio. Este cuerpo de setenta consistía en Abner y diez de los ex apóstoles de Juan, cincuenta y uno de los primeros evangelistas, y otros ocho discípulos que se habían distinguido en el servicio del reino.

163:1.2

Alrededor de las dos de la tarde de este sábado, entre chaparrones de lluvia, un grupo de creyentes, aumentado por la llegada de David y de la mayoría de sus mensajeros, llegando a más de cuatrocientas personas, se reunió junto a la orilla del Lago de Galilea para presenciar la ordenación de los setenta.

163:1.3

Antes de poner Jesús sus manos sobre la cabeza de cada uno de los setenta para nombrarlos mensajeros del evangelio, al dirigirles la palabra les dijo: «La cosecha es verdaderamente abundante, pero los labradores son pocos; por eso os exhorto a todos que oréis para que el Señor de la cosecha envíe aún más labradores a su cosecha. Estoy a punto de nombraros mensajeros del reino; estoy a punto de enviaros a judíos y gentiles como corderos entre los lobos. Cuando vayáis por vuestro camino, de dos en dos, os instruyo que no llevéis ni bolsa ni indumentos extra porque salís en esta primera misión por una corta temporada. No saludéis a ningún hombre por el camino, ocupaos sólo de vuestra tarea. Cuando quiera que os alojéis en un hogar, decid primero: que la paz sea con vosotros en este hogar. Si los que en él moran aman la paz, allí moraréis; si no, partiréis. Cuando hayáis seleccionado esta casa, permaneced allí durante vuestra estadía en esa ciudad, comiendo y bebiendo lo que os sirvan. Esto lo haréis porque el obrero tiene derecho a su sostén. No os trasladéis de casa en casa porque os ofrezcan mejor alojamiento. Recordad, al salir para proclamar paz sobre la tierra y buena voluntad entre los hombres, debéis luchar con enemigos amargados e insidiosos; por eso, sed tan sabios como serpientes y tan inocuos como palomas.

163:1.4

«Dondequiera que vayáis, predicad diciendo, ‘el reino del cielo está cerca’, y ministrad a todos los que puedan estar enfermos de mente o de cuerpo. Habéis recibido generosamente de las buenas cosas del reino; dad pues generosamente. Si el pueblo de una ciudad os recibe, encontrarán abundante entrada al reino del Padre; pero aun si el pueblo de una ciudad se niega a recibir este evangelio, proclamaréis vuestro mensaje al abandonar esa comunidad descreída, diciendo, mientras os alejáis a los que rechazan vuestras enseñanzas: ‘a pesar de que vosotros rechazáis la verdad, el reino de Dios ha estado cerca de vosotros’. El que os oye a vosotros, me oye a mí. Y el que me oye a mí, oye a Aquél que me envió. El que rechaza vuestro mensaje del evangelio, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza a Aquél que me envió.»

163:1.5

Después de hablar Jesús así a los setenta, mientras se arrodillaban en un círculo a su alrededor, puso sus manos sobre la cabeza de cada uno de los hombres, comenzando con Abner.

163:1.6

Al día siguiente, temprano por la mañana, Abner envió a los setenta mensajeros a todas las ciudades de Galilea, Samaria y Judea. Y estas treinta y cinco parejas salieron predicando y enseñando por unas seis semanas, retornando todos ellos al nuevo campamento cerca de Pella, en Perea, el viernes 30 de diciembre.