Lecturas del Convenio Unido para el Martes, 20 de Mayo, 2025

Giliana Kudsha

Ofrece Tu Sufrimiento como una Ofrenda

Los momentos difíciles a los que te enfrentas pueden ayudar a fortalecerte en tu servicio al Padre. Ofrece tus sufrimientos a tu Padre en el cielo y Él los recibirá como sacrificios perfectos.

No permitas que tus penas te agobien hasta tal punto que tu comunión espiritual con el Creador se haya disminuido.

Pon tu confianza en el brazo del Eterno y Él te ayudará a mantenerte firme y caminarás con fuerza.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 6:

Ateísmo
1 La negación de la existencia de Dios es la propaganda ilusoria de los ignorantes.

2 El intelectualismo y la ciencia humana no tienen nada que ver con la fe cuando Dios no es parte de la ecuación o de vuestra visión de la vida.

3 Si Dios no es una parte de vuestra visión de la vida, entonces no tenéis vida.

4 Que todos los seres tengan una visión de la vida iluminada que está por llegar, sin separarse nunca de la alegría suprema que es incomparable.

5 Filósofos vanidosos intentan evitar a Dios creando sus propias filosofías centradas en el materialismo.

6 Las percepciones son engaños. La noción de algunos hombres entre los humanos de que “no hay Dios» es una falsa percepción. Tales nociones no son nada más que engaños.

7 Si negáis la existencia de Dios basándoos en las suposiciones de los demás, estáis cediendo al miedo infundado y al engaño.

8 Ceder al miedo es equivalente a un hombre fuerte que se niega a levantar incluso una pequeña piedra porque tiene miedo de lo que está debajo de ella.

9 Algunas personas niegan la existencia de Dios basándose en falsedades de lo que Dios debe ser según ellos.

10 Otros niegan a Dios basándose en el hecho de que hay tanto mal y sufrimiento en la humanidad, preguntando: “¿Por qué un Dios haría esto?”

11 Dios no trae el mal al mundo; un hombre que está sin Dios crea el mal y el sufrimiento a través del deseo ilícito.

12 El deseo ilícito es el engaño basado en la falsa suposición que tanto deseáis, eventualmente llevando al sufrimiento.

13 Algunos son adictos a su suposición de que “no hay ningún Dios.”

14 Muchos de los que niegan la existencia de Dios basan sus suposiciones en que Dios es iracundo y vengativo, lo cual es un engaño en sí mismo.

15 Si seguís viviendo en el engaño de que “no hay ningún Dios”, habrá un momento cuando Dios os niegue, y en ese día os daréis cuenta de lo real que es Dios.

16 El rechazo a creer en Dios es un engaño que os habéis creado a partir de vuestras propias interpretaciones de lo que percibís que es la realidad.

17 Algunas personas niegan la existencia de un Dios debido a su arrogancia y orgullo.

18 La arrogancia es un signo de debilidad y es un engaño que algunas personas usan para compensar lo que les falta.

19 La arrogancia para algunos se ha convertido en su propio dios creado por su mente, gobernando sobre un pequeño mundo lleno de engaño y falsedad.


El Libro de la Verdad: Juan Comienza a Predicar – 135:6.6-8:

135:6.6

En mayo de este año, aún estando junto al vado de Betania, los sacerdotes y levitas enviaron una delegación para que le preguntara si decía ser él el Mesías, y quien le había otorgado la autoridad para predicar. Juan les respondió a estos preguntadores diciendo: «Id y decid a vuestros amos que habéis oído ‘la voz del que clama en el desierto’ así como lo dijo el profeta, y que esa voz os dijo: ‘Preparad camino al Señor, enderezad las sendas para nuestro Dios. Todo valle sea alzado y bájese todo monte y collado; el terreno accidentado se hará plano, y los sitios rocosos se convertirán en valles allanados. Y toda carne verá la salvación de Dios’».

135:6.7
Juan era un predicador heroico, pero sin tacto. Cierto día, cuando estaba predicando y bautizando en la ribera occidental del Jordán, un grupo de fariseos y cierto número de saduceos llegaron hasta él y se presentaron para ser bautizados. Antes de conducirlos al agua, Juan dirigiéndose al grupo les dijo: «¿Quién os advirtió que huyerais, como víboras ante el fuego, de la ira venidera? Yo os bautizaré, pero os advierto: debéis dar frutos dignos de sincero arrepentimiento si queréis recibir la remisión de vuestros pecados. No me digáis que Abraham es vuestro padre. Os declaro que Dios es capaz de hacer surgir de estas doce piedras que aquí veis ante vosotros, hijos dignos de Abraham. Ya ahora está el hacha en la raíz misma de los árboles. El árbol que no traiga buen fruto está destinado a que se le corte y se le eche en el fuego». (Las doce piedras a las cuales se refería eran las famosas piedras conmemorativas erigidas por Josué para rememorar el cruce de «las doce tribus» en este mismo punto cuando éstas entraron por primera vez en la tierra prometida).

135:6.8
Juan daba clases a sus discípulos, en el curso de las cuales los instruía sobre los detalles de su nueva vida y trataba de responder a sus muchas preguntas. Aconsejaba a los maestros que instruyeran en el espíritu, no sólo en la letra de la ley. Enseñaba a los ricos a que alimentaran a los pobres; a los recaudadores de impuestos decía: «No arranquéis sino lo que se os debéis». A los soldados decía: «No inflijáis violencia ni demandéis nada injustamente—contentaos con vuestros salarios». Y a todos aconsejaba: «Preparaos para el fin de la era—el reino del cielo se aproxima».