Giliana Kudsha
Hay Esperanza
Se ha prometido que el Espíritu de santidad descenderá sobre vosotros para daros conocimiento de la verdad. Es ese mismo Espíritu de santidad quien os consolará en momentos de necesidad.
En tiempos de pruebas y desilusiones, mientras os esforzáis por caminar por el sendero angosto, pedid al Padre de las Luces que envíe al Espíritu de santidad. A través del Espíritu seréis animados y levantados.
A veces puede parecer que no hay esperanza, debido a las enfermedades descontroladas y a la muerte en vuestro mundo. Sin embargo, os digo que hay esperanza. Hay luz y se encuentra en las Escrituras; se encuentra en las palabras de los Mensajeros del Padre.
No os desesperéis. Mientras estudiáis las Escrituras, por la guía del Espíritu, seréis fortalecidos en las palabras de vuestro Creador.
(Véase Juan 14:26)
Enseñanzas de la Luz Capítulo 19:
Deseo
1 Desear lo que no os pertenece es un mal deseo y está relacionado con la avaricia. Malos deseos pueden causar malas acciones.
2 A veces no recibís lo que queréis. A veces lo que no recibís es lo que realmente necesitáis.*
* (A veces una persona hace una petición en sus oraciones para obtener un objeto material, dinero o que le pase algo a otra persona – sin embargo, el Espíritu Viviente siempre sabe qué es lo mejor; por lo tanto, a veces las peticiones de una persona no serán respondidas de la manera en que el individuo deseaba – y si él o ella no recibe una respuesta, entonces la paciencia era lo que la persona realmente necesitaba.)
3 Debido a sus deseos materiales algunas personas no pueden ver un verdadero regalo incluso cuando está justo en frente de sus ojos.
4 Yo no enseño en contra de los deseos; yo enseño en contra de los deseos que llevan a uno al pecado.
La Biblia Oahspe, El Libro del Juicio Capítulo 28:
DIOS MUESTRA CÓMO HACER LA CARIDAD.
1. DIOS dijo: ¡Oh hombre, considera la locura del esfuerzo individual! Uno dirá: ayudo a mi familia y a mis vecinos; que otros lo hagan así y todo irá bien.
2. ¡Esta es su filosofía y doctrina! Ahora, te digo, esto es precisamente lo que se ha probado durante miles de años, y ha resultado en impotencia todo el tiempo.
3. Se ha dicho: Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres; pero yo te digo que no harás esto.
4. Aunque eso abrió el camino a la salvación en la antigüedad, no es suficiente en este día. Ni tampoco esperarás que, dando a los pobres, escaparás de la condenación.
5. Sino que irás al fundamento de las cosas e irás sistemáticamente.
6. Tus esfuerzos no serán por ti solo, sino que te unirás con otros; y juntos proporcionaréis un remedio contra la pobreza.
7. Recordando que es más sabio lograr con los jóvenes que con los ancianos. Porque los maduros morirán en unos años; y, en ese día, los que son niños serán maduros.
8. Mejor es que ofrezcas un camino a diez huérfanos que a cuarenta personas adultas.
9. Pero, incluso en esto, puede que te equivoques con los niños. Porque, proporcionarles un refugio en la infancia, diciendo: ¡Mirad, qué buen trabajo hemos hecho! muestra que no mides como mide tu Dios.
10. Porque no es suficiente que alimentes y vistas a los pequeños; sino que les enseñarás un oficio y ocupaciones, y les darás conocimientos para que, cuando sean adultos, puedan mantenerse por sí mismos.
11. Pero, aun así, tu trabajo no es el más elevado; sino que les darás de tal manera que no solo serán auto-suficientes, sino que además estarán dispuestos y serán capaces de rescatar a otros, como fueron rescatados ellos.
12. Después de esto, velarás para que todo se haga de tal manera que, después de tu muerte, tu institución no esté expuesta a caer en desuso o perversión.
13. Esto es fundar el reino del Padre en la tierra; y quien sea que trabaje así, será atendido por mis reinos celestiales para la gloria de Jehoví.
14. Por tanto, que vuestra caridad no sea por un año, ni por cien años; sino sed las piedras angulares, los lugares fundadores en la tierra donde reposará perpetuamente un sistema que proporcionará una nueva raza, donde la pobreza, el crimen y la impotencia no pueden entrar.
15. Así os convertís, incluso en la mortalidad, en miembros de mi segunda resurrección en el cielo.