Lecturas del Convenio Unido para el Miércoles, 26 de Febrero, 2025

Giliana Kudsha

La Fe y la Restauración

La relación fiel del Remanente con el Creador es fuerte. Es un proceso profundo y continuo y muy personal. La relación de uno con el Padre no es una experiencia de un solo momento. El Remanente se esfuerza por alcanzar la perfección, aunque en la tierra aún no ha alcanzado esa etapa, y por lo tanto se espera que todos los que estén dentro de la familia de la Religión de la Luz tengan el mismo nivel de fidelidad.

Si has desarrollado dudas en tu corazón o mente, o si crees que tu relación con el Creador ha menguado, es importante tomar medidas para sanar la ruptura que ha ocurrido. Uno de estos pasos es reconocer tus propias ofensas y perdonar siempre a cualquiera que te haya perjudicado. A menudo, perdonar a los demás es una tarea difícil, pero como Cristo enseñó, es necesario para la salvación del creyente. Por lo tanto, esto requerirá mucha honestidad, reflexión personal y una voluntad de no aferrarse a los rencores o a la ira contra los demás cuando nos hayan ofendido. Del mismo modo, si has pecado contra otros, pídeles que te perdonen.

El Padre Celestial les ha dado a Sus hijos e hijas varios medios por los cuales pueden restaurar su relación con Él y fortalecer su fe. Dos de estos son la oración y la meditación. Al reservar tiempo cada día para estar en la Presencia de Dios a través de la oración y la meditación, recibirás guía, consuelo y fuerza espiritual.

Leer y reflexionar sobre las Escrituras de tu comunidad espiritual te ayudará a obtener una comprensión más profunda de la naturaleza del Padre y de los principios de la Religión de la Luz. Encontrarás que hay ciertos pasajes y enseñanzas en los textos sagrados que resuenan contigo y que proporcionarán guía para tu alma.

Fortalecer tu fe y restaurar tu relación con Dios es un proceso que requiere paciencia, persistencia y ganas de crecer y aprender. Siempre mantente abierto a la guía del Espíritu de Santidad para enseñarte la Voluntad del Padre.

Enseñanzas de la Luz Capítulo 25:

Entretenimiento y Actividades Saludables

1 Aquellos que se complacen con formas de entretenimiento que promueven la magia, la brujería o la hechicería están lejos de la Luz de la Verdad.

2 Animaos los unos a los otros a hacer buenas obras y a tomar parte en actividades saludables, compartiendo los unos con los otros la alegría y la hermandad bendita.

3 No os unáis a aquellos que participan en actividades malvadas del mundo no sea que perdáis vuestra corona de la vida.

4 Nunca permitáis que las actividades familiares o laicas eclipsen vuestra responsabilidad de compartir el Mensaje de la Luz con otros o que os distraigan de vuestras prácticas espirituales como la oración, el dar Limosna, el cantar himnos y la hermandad de vuestros hermanos y hermanas de la Luz.

 

La Biblia Oahspe, Libro de la Inspiración Capítulo 4:

1. CUANDO el infante es joven, Mi Luz es su primer conocimiento, dice Jehoví.

2. Me ve y me oye; y ve y oye a Mis ángeles.

3. Por la presión de Mi Luz sobre sus ojos y oídos corpóreos, aprende a ver y a oír corporalmente.

4. Este es el comienzo de dos sentidos, que los creé para crecer de manera paralela entre sí, e igual en fuerza.

5. Pero el infante, estando en el mundo corpóreo, presta más atención a las cosas que atraen a los sentidos corpóreos que a las cosas que atraen a los sentidos espirituales.

6. Por lo tanto una persona crece, olvidándose de Mí y de Mis ángeles. Él es un escéptico.

7. Pero otra persona crece, acordándose de Mí, y de Mis ángeles. Él es un creyente.

8. Y he aquí que tú, Oh hombre, les preguntas: ¿De dónde vino la idea de un Creador, de la Persona Suprema?

9. Y uno de ellos te responde: es inherente; es natural.

10. Pero el otro responde: Es locura; vino de la oscuridad.

11. Pero yo te digo, Oh hombre: la oscuridad no puede crear una idea; ni siquiera la oscuridad sería conocida sino por la luz que hago al lado de ella.

12. No puedes imaginar a ningún animal bajo el sol al que Yo no haya creado.

13. El hombre dijo: Me imagino a un caballo con cabeza de pez y aletas.

14. Para cualquier criatura que inventes, dice Jehoví, tomas las partes de una de Mis creaciones y las juntas.

15. Que esto te demuestre, que si tú no puedes inventar una nueva criatura viviente, tampoco tus antepasados pudieron hacerlo con respecto a Mí.

16. Sin embargo, tienes un pensamiento y una idea de Mí y de Mi Persona.

17. Y tienes un pensamiento, y una idea de los espíritus de los muertos.

18. Por Mi Presencia e inspiración sobre ti, te enseñé que soy el YO SOY, una Persona.*

19. Por la inspiración y presencia de Mis ángeles, también te enseñé a ti.

20. Mi inspiración sobre el pájaro lo hace cantar; por Mi Presencia lo enseño a construir su nido.

21. Por Mi Presencia coloreo a una rosa roja y otra blanca.

22. La prueba de Mi Persona está en la armonía del conjunto, y de cada uno siendo una persona en sí mismo, perfecto en su orden.

Notas

vs 18. Una Persona, pero no en el sentido de un humano.

El Libro de la Verdad: En Betania Más Allá del Jordán, 141:7.1-7:

7. En Betania Más Allá del Jordán

141:7.1

El 26 de febrero, Jesús, sus apóstoles y un grupo grande de seguidores viajaron hacia el sur, siguiendo el Jordán hasta el vado cerca de Betania en Perea, el lugar donde Juan había proclamado por primera vez sobre el reino venidero. Jesús permaneció allí con sus apóstoles, enseñando y predicando durante cuatro semanas, antes de seguir viaje a Jerusalén.

141:7.2

La segunda semana de su estadía en Betania allende el Jordán, Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan a las colinas del otro lado del río y al sur de Jericó para descansar por tres días. El Maestro enseñó a estos tres muchas verdades nuevas y avanzadas sobre el reino del cielo. Para los fines de esta narración hemos reorganizado y clasificado estas enseñanzas como sigue:

141:7.3

Jesús se empeñó en aclararles que deseaba que sus discípulos, habiendo probado de las realidades buenas del espíritu del reino, vivieran su vida en tal forma que, al contemplarla los hombres, se tornaran conscientes del reino y fueran conducidos por esa conciencia a preguntar a los creyentes el camino del reino. Todos los seres que de tal manera sinceramente buscan la verdad están siempre felices de oír la buena nueva del don de fe que asegura la entrada al reino con sus realidades espirituales eternas y divinas.

141:7.4

El Maestro intentó convencer a todos los instructores del evangelio del reino de que su tarea exclusiva consistía en revelar al hombre individual que Dios era su Padre—en conducir a ese hombre individual a la conciencia de su filiación; luego, presentar ese mismo hombre a Dios como su hijo en la fe. Estas dos revelaciones esenciales se cumplen en Jesús. Él fue efectivamente «el camino, la verdad y la vida». La religión de Jesús estaba totalmente basada en el vivir de su vida autootorgadora en la tierra. Cuando Jesús partió de este mundo, no dejó libros, leyes ni otras formas de organización humana que afectaran la vida religiosa del individuo.

141:7.5

Jesús aclaró que él había venido para establecer relaciones personales y eternas con los hombres, relaciones que para siempre habrían de tomar precedencia sobre toda otra relación humana. Y accentuó que esta íntima hermandad espiritual debía extenderse a todos los hombres de todas las edades y todas las condiciones sociales de todos los pueblos. La única recompensa que ofrecía a sus hijos era: en este mundo—felicidad espiritual y comunión divina; en el mundo siguiente—vida eterna en el progreso de las realidades espirituales divinas del Padre del Paraíso.

141:7.6

Jesús hacía hincapié sobre las dos verdades que él llamaba de principal importancia en las enseñanzas del reino, y éstas son: el alcanzar la salvación mediante la fe, y la fe por sí sola, asociada con la enseñanza revolucionaria de alcanzar la libertad del hombre, mediante el reconocimiento sincero de la verdad: «conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Jesús era la verdad hecha manifiesta en la carne, y él prometió enviar su Espíritu de la Verdad al corazón de todos sus hijos después de su retorno al Padre en el cielo.

141:7.7

El Maestro estaba enseñando a estos apóstoles la esencia de la verdad para una era entera sobre la tierra. Frecuentemente escuchaban ellos sus enseñanzas, aunque en realidad lo que él decía era para inspiración y edificación de otros mundos. Ejemplificaba un plan de vida nuevo y original. Desde el punto de vista humano, era en verdad un judío, pero vivió su vida para todo el mundo como un mortal de la tierra.