Lecturas del Convenio Unido para el Sábado, 10 de Mayo, 2025

Giliana Kudsha

Pequeños Errores en el Oahspe

Se ha dicho en épocas anteriores que el Oahspe no es perfecto. “No es inmaculado este Libro, el OAHSPE; sino para enseñar a los mortales cómo llegar a escuchar la Voz del Creador y ver Sus cielos, con plena conciencia, mientras aún viven en la tierra; y conocer de verdad el lugar y la condición que les esperan después de la muerte.” El Oahspe fue entregado a través de las manos de un escriba llamado Newbrough por los ángeles del Creador. Debido a ese escriba y por varios problemas de impresión, se pueden encontrar algunos errores dentro del texto. Otros errores se deben a uno de los ángeles que no había nacido en los cielos inorgánicos antes de que se escribiera el Oahspe original. Debido a esto, hay varios versículos que a menudo le dan al estudiante una impresión equivocada sobre la verdad de las palabras de Jehová.

Incluso con los errores actuales, no se puede exagerar la importancia de la Biblia Oahspe. Primero, el Remanente necesita el Oahspe para una formación adecuada y para comprender el verdadero significado de la afiliación espiritual y física. En segundo lugar, el mundo necesita el Oahspe para tener una mejor comprensión de Jehová el Creador.

Tened la seguridad de que, en la mayoría de los casos, los errores en la traducción son menores y que se puede confiar en ella como una representación bastante precisa de lo que el mundo espiritual de Jehová – es decir, Su reino celestial – estaba tratando de transmitir a través del escriba. Con esto en mente, consolaos de que esta Biblia en particular contiene las palabras de Jehová a través de Sus mensajeros angelicales.

Los Pactarios de Jehová tienen entre ellos a ciertos individuos del Remanente que han sido ungidos por el Espíritu de la Verdad y que pueden responder a preguntas sobre el texto. Hay mensajeros de una elevada naturaleza celestial que ayudan a estos ungidos a comprender adecuadamente las palabras de Jehová al Remanente y al mundo. Por lo tanto, los errores menores en el Oahspe nunca deberían disuadir a nadie que se tome en serio el Reino de Jehová.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 98:

Comprometerse con Un Camino Espiritual

1 No se puede dejar de enfatizar la importancia de tener un Maestro, un Libro Sagrado, y una Asamblea.

2 Cuando la gente corre de un maestro a otro, o de una tradición a otra, es como si corrieran de un lado a otro de la orilla del mar llenos de ansiedad porque buscan algo que sus mentes no les permite encontrar.

3 Sus ideas preconcebidas nublan sus mentes y sus pies se arrastran en la arena, desperdiciando grandes cantidades de energía que de otro modo podrían haberse utilizado para concentrarse en un maestro y en una tradición.

4 Se supone que los maestros deben servir como guías y solo como guías. Los maestros solo pueden ayudarte a encontrar el camino hacia la liberación, pero tú debes mantener ese camino.

 

Torá, Levítico 16:1-20:27:

PARASHAT AJAREI – SECCIÓN AJAREI

16

1 El Eterno habló a Moshé (Moisés) tras la muerte de los dos hijos de Aarón, cuando se aproximaron a El Eterno y murieron.

2 Y El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Háblale a Aarón, tu hermano: no vendrá en todo momento al Santuario, dentro de la Partición, delante de la Cubierta que hay sobre el Arca, para que no muera; pues en una nube habré de aparecer sobre la Cubierta.

3 Con esto vendrá Aarón al Santuario: con un toro joven como sacrificio expiatorio -jatat- y un carnero como ofrenda ígnea -olá-.

4 Vestirá una Túnica de lino sagrada; pantalones de lino habrá sobre su carne, se ceñirá con una faja de lino, y cubrirá su cabeza con un Turbante de lino; son vestimentas sagradas: se sumergirá en agua y luego se las pondrá.

5 De la asamblea de los Hijos de Israel tomará dos machos cabríos como sacrificio expiatorio -jatat- y un carnero como ofrenda ígnea -olá- .

6 Aarón acercará su propio toro de sacrificio expiatorio -jatat- y procurará la expiación para sí mismo y para su casa.

7 Tomará los dos machos cabríos y los parará ante El Eterno, en la entrada de la Tienda de la Reunión.

8 Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos: un suerte «para El Eterno» y una suerte «para Azazel».

9 Aarón acercará el macho cabrío designado por sorteo para El Eterno y hará con él un sacrificio expiatorio -jatat-.

10 Y el macho cabrío designado por sorteo para Azazel se parará vivo ante El Eterno, para procurar expiación por su intermedio para enviarlo a Azazel en el desierto.

11 Aarón acercará su propio toro de sacrificio expiatorio -jatat- y procurará la expiación para sí mismo y para su casa; luego sacrificará su propio toro de sacrificio expiatorio -jatat-.

12 Tomará una palada de brasas ardientes de la parte superior del Altar que está ante El Eterno y un puñado de especias de incienso finamente molidas, y los llevará adentro de la Partición.

13 Colocará el incienso sobre el fuego, ante El Eterno, para que la nube del incienso cubra la cubierta del Arca que está encima del lugar de las Tablas del Testimonio, para que no muera.

14 Tomará de la sangre del toro y la esparcirá con su dedo índice sobre el frente oriental de la cubierta del Arca; y esparcirá de la sangre siete veces con su dedo índice sobre el frente oriental de la cubierta del Arca.

15 Sacrificará el macho cabrío del sacrificio expiatorio -jatat- del pueblo y traerá su sangre dentro de la Partición; hará con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del toro y la esparcirá sobre la Cubierta del Arca y delante de la Cubierta.

16 Así procurará expiación sobre el Santuario para las impurezas de los Hijos de Israel, incluso para sus pecados de rebelión entre todos sus pecados; y así hará con la Tienda de la Reunión que reside junto a ellos en medio de su impureza.

17 No habrá persona en la Tienda de la Reunión hasta su salida cuando venga a procurar expiación en el Santuario; procurará la expiación para sí mismo, para su casa y para toda la congregación de Israel.

18 Saldrá al Altar que hay ante El Eterno y hará expiación sobre él: tomará de la sangre del toro y de la sangre del macho cabrío y las colocará sobre las astas del Altar, en todo su contorno.

19 Esparcirá la sangre sobre el Altar con su dedo índice siete veces; así lo purificará y lo santificará de las impurezas de los Hijos de Israel.

20 Cuando termine de expiar por el Santuario, la Tienda de la Reunión y el Altar, aproximará el macho cabrío vivo.

21 Aarón apoyará sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los Hijos de Israel, y todos sus pecados de rebelión entre todos sus pecados, y los colocará sobre la cabeza del macho cabrío y lo enviará con un hombre designado al desierto.

22 El macho cabrío cargará sobre sí todas sus iniquidades hacia una tierra no habitada, y debe enviar al macho cabrío al desierto.

23 Aarón vendrá a la Tienda de la Reunión, se quitará las prendas de lino que llevaba puestas cuando ingresó al Santuario y las dejará allí.

24 Sumergirá su carne en el agua en un lugar sagrado y se pondrá sus vestimentas; saldrá y llevará a cabo su propia ofrenda ígnea -olá- y la ofrenda ígnea -olá- del pueblo, y procurará la expiación para sí mismo y para el pueblo.

25 Y la grasa del sacrificio expiatorio -jatat- la hará ascender en humo sobre el Altar.

26 El que envió el macho cabrío a Azazel lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en el agua; luego podrá ingresar al campamento.

27 El toro del sacrificio expiatorio -jatat- y el macho cabrío del sacrificio expiatorio -jatat-, cuya sangre fue traída para procurar expiación en el Santuario, serán llevados fuera del campamento; y quemarán con fuego sus cueros, su carne, y sus excrementos.

28 El que los queme lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en el agua; luego podrá ingresar al campamento.

29 Esto quedará para vosotros como decreto eterno: en el mes séptimo, el día diez del mes, afligiréis vuestras almas, y no haréis ninguna labor, ni el nativo ni el converso que reside entre vosotros.

30 Pues en este día él procurará expiación para vosotros, para purificaros; de todos vuestros pecados ante El Eterno seréis purificados.

31 Es un Shabat de absoluto descanso para vosotros y afligiréis vuestras almas; es un decreto eterno.

32 El sacerdote que ha sido ungido o al que se le haya dado autoridad para oficiar en lugar de su padre, procurará la expiación; vestirá las vestimentas de lino, las vestimentas sagradas.

33 Traerá la expiación sobre el Santo de Santos, y traerá la expiación sobre la Tienda de la Reunión y el Altar; y sobre los sacerdotes y sobre todo el pueblo de la congregación traerá la expiación.

34 Éste será para vosotros un decreto eterno para traer la expiación por todos los pecados de los Hijos de Israel una vez al año». E hizo tal como El Eterno le ordenó a Moshé (Moisés).

17

1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo:

2 «Háblale a Aarón y a sus hijos y a todos los Hijos de Israel, y diles: esto es lo que El Eterno ha ordenado, diciendo:

3 Todo hombre de la Casa de Israel que sacrificare un buey, una oveja o una cabra en el campamento, o que sacrificare fuera del campamento,

4 y no lo trajera a la entrada de la Tienda de la Reunión para ofrecerlo como ofrenda a El Eterno ante el Tabernáculo de El Eterno, será considerado como que ese hombre ha derramado sangre y él será tronchado de su pueblo.

5 Para que los Hijos de Israel traigan sus ofrendas que sacrificaron en el campo abierto, y las traigan a El Eterno en la entrada de la Tienda de la Reunión al sacerdote; y las sacrifiquen como ofrendas de paz para El Eterno.

6 El sacerdote arrojará la sangre sobre el Altar de El Eterno, en la entrada de la Tienda de la Reunión y hará que las grasas asciendan en humo para hacer un aroma agradable para El Eterno.

7 Ya no sacrificarán sus ofrendas a los demonios tras los cuales se descarrían; éste será un decreto eterno para ellos y para sus generaciones.

8 Y a ellos les diréis: todo hombre de la Casa de Israel y de los conversos que habitaren entre vosotros que ofrendare una ofrenda ígnea -olá- o una ofrenda,

9 y no la trajere a la entrada de la Tienda de la Reunión para hacer su servicio a El Eterno, ese hombre será tronchado de su pueblo.

10 Todo hombre de la Casa de Israel y de los conversos que habitan entre ellos que consumiere toda sangre, Yo concentraré Mi atención sobre el alma que consume sangre y la troncharé de su pueblo.

11 Pues el alma de la carne está en la sangre y Yo la he asignado para vosotros sobre el Altar, para procurar expiación a vuestras almas; pues es la sangre la que expía por el alma.

12 Por eso he dicho a los Hijos de Israel: «Ninguna persona entre vosotros podrá consumir sangre; y el converso que habita entre vosotros no comerá sangre».

13 Todo hombre de los Hijos de Israel y del converso que habita entre ellos que atrapare un animal salvaje o un ave que pueden comerse, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.

14 Pues la vida de cualquier ser, su sangre representa su vida, y así digo a los Hijos de Israel: «No consumiréis la sangre de ningún ser; pues la vida de todos los seres es su sangre, todo el que la consuma será tronchado».

15 Toda persona que comiere un ave que murió o fue despedazada, el nativo o el converso, lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en el agua; será impuro hasta el anochecer y luego se purificará.

16 Pero si no lavase sus vestimentas y no sumergiese su carne, cargará con su iniquidad».

18

1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo:

2 «Háblales a los Hijos de Israel y diles: Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

3 No realicéis como las prácticas de la tierra de Egipto en la que habitasteis; y no realicéis como las prácticas de la tierra de Canaán a la que os traigo allí, ni sigáis sus costumbres.

4 Cumplid con Mis leyes y salvaguardad Mis decretos para seguirlos; Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

5 Observaréis Mis decretos y Mis leyes, que el hombre realizará y por los cuales vivirá. Yo soy El Eterno.

6 Ningún hombre se acercará a su familiar cercano para descubrir su desnudez; Yo soy El Eterno.

7 La desnudez de tu padre y la desnudez de tu madre no descubrirás; ella es tu madre, no descubrirás su desnudez.

8 La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.

9 La desnudez de tu hermana, tanto de la hija de tu padre como de la hija de tu madre, tanto si nació de alguien que puede permanecer en la casa, como si nació de alguien que debe permanecer fuera de ella, no descubrirás su desnudez.

10 La desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, no descubrirás su desnudez; pues son tu propia desnudez.

11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre que nació a tu padre: es tu hermana; no descubrirás su desnudez.

12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es pariente de tu padre.

13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás; pues es pariente de tu madre.

14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no te acerques a su mujer, es tu tía.

15 La desnudez de tu nuera no descubrirás; es la mujer de tu hijo, no descubrirás su desnudez.

16 La desnudez de la mujer de tu hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano.

17 La desnudez de una mujer y su hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez: son familiares cercanos, es una conjura depravada.

18 No tomarás a una mujer junto con su hermana, para hacerlas rivales, para descubrir la desnudez de una sobre la otra en vida de ella.

19 No te acercarás a una mujer para descubrir su desnudez en su tiempo de separación impura.

20 No yacerás carnalmente con la mujer de tu prójimo, para impurificarte con ella.

21 No traerás a ninguno de tus hijos para que pasen por Molej, y no profanarás el Nombre de tu Dios. Yo soy El Eterno.

22 No yacerás con un hombre como se yace con una mujer, es una abominación.

23 No te acostarás con un animal para impurificarte con él; la mujer no se parará frente a un animal para el apareamiento. Es perversión.

24 No te impurifiques por medio de ninguna de estas cosas; pues a través de todas ellas se impurificaron las naciones que yo expulso de ante vosotros;

25 y se impurificará la tierra y Yo recordaré su pecado y la tierra vomitará a sus habitantes.

26 Pero vosotros salvaguardaréis Mis decretos y Mis juicios, y no cometeréis ninguna de estas abominaciones, ni el nativo ni el converso que habita entre vosotros.

27 Pues los habitantes de la tierra antes de vosotros cometieron todas estas abominaciones y la tierra se impurificó.

28 Que la tierra no os vomite por haberla impurificado, como vomitó a la nación que estuvo antes que vosotros.

29 Pues todo el que comete cualquiera de estas abominaciones, los que las hagan serán tronchados de su pueblo.

30 Salvaguardaréis Mi custodia para no hacer ninguna de las costumbres abominables que se hicieron antes de vosotros y no os impurificaréis por medio de ellas; Yo soy El Eterno, vuestro Dios».

PARASHAT KEDOSHIM – SECCIÓN KEDOSHIM

19

1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo:

2 «Háblale a toda la asamblea de los Hijos de Israel y diles: Santos seréis, pues Yo soy Santo, El Eterno, vuestro Dios.

Todos los hombres: a vuestro padre y vuestra madre temeréis, y Mis Shabat observaréis, Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

4 No os tornéis hacia los ídolos y no os hagáis dioses fundidos. Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

5 Cuando sacrifiquéis una ofrenda de paz -shlamim- para El Eterno, la sacrificaréis para que halléis gracia.

6 El día que la sacrifiquéis será comida y al día siguiente, y todo lo que sobre hasta el tercer día se quemará en el fuego.

7 Pero si fuere comida al tercer día, será rechazada, no será aceptada.

8 Cada uno de los que la coma cargará con su iniquidad, pues ha profanado lo que es sagrado para El Eterno; y esa alma será tronchada de su pueblo.

9 Cuando recolectéis la cosecha de vuestra tierra, no recogeréis completamente las esquinas de vuestro campo ni recogeréis las espigas caídas.

10 No tomaréis las ramas no crecidas de vuestros viñedos ni recogeréis el fruto caído de vuestros viñedos; al pobre y al converso se los dejaréis. Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

11 No robaréis dinero, no negaréis falsamente y no os mentiréis mutuamente.

12 No juraréis en falso por Mi Nombre, profanando así el Nombre de vuestro Dios. Yo soy El Eterno.

13 No engañaréis a vuestro prójimo y no robaréis por la fuerza; la paga del asalariado no permanecerá en tu poder toda la noche hasta la mañana.

14 No maldeciréis al sordo y no pondréis estorbo delante del ciego; temeréis a tu Dios. Yo soy El Eterno.

15 No pervertiréis la justicia; no favoreceréis al pobre y no honraréis al grande; con rectitud juzgaréis a tu prójimo.

16 No seréis difamadores entre vuestro pueblo; no os quedaréis de pie, sin intervenir mientras se derrama la sangre de vuestro prójimo, Yo soy El Eterno.

17 No odiaréis a vuestro hermano en vuestro corazón; reprenderéis a vuestro prójimo y no cargaréis con un pecado por su causa.

18 No tomaréis venganza y no guardaréis rencor contra los miembros de vuestro pueblo; amaréis a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Yo soy El Eterno.

19 Observaréis Mis decretos: no aparearéis vuestro animal con otra especie, no sembraréis vuestro campo con semillas mezcladas; y la vestimenta que es una mezcla de fibras combinadas no estará sobre vosotros.

20 Si un hombre yace carnalmente con una mujer y ella es una esclava que fue designada para otro hombre y no ha sido redimida ni se le ha concedido libertad, habrá una investigación: no será condenada a muerte, pues no ha sido liberada.

21 Él traerá su ofrenda de culpa -asham- a El Eterno, a la entrada de la Tienda de la Reunión, una ofrenda de culpa -asham- de un carnero.

22 El sacerdote le procurará la expiación por el pecado que cometió con la ofrenda de culpa -asham- del carnero ante El Eterno; y le será perdonado el pecado que cometió.

23 Cuando viniereis a la Tierra y plantareis cualquier árbol frutal, consideraréis a sus frutos prohibidos; durante tres años os serán prohibidos, no se comerán.

24 Al cuarto año, todos sus frutos serán santificados para loar a El Eterno.

25 Y al quinto año podréis comer sus frutos, para que aumente su cosecha para vosotros. Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

26 No comeréis sobre la sangre; no practicaréis la brujería y no creeréis en momentos de suerte.

27 No cortaréis el borde del cuero cabelludo y no destruiréis el borde de la barba.

28 No haréis cortes en vuestra carne por los muertos y no os practicaréis tatuajes grabados. Yo soy El Eterno.

29 No profanéis a vuestras hijas para que se prostituyan, para que la Tierra no se vuelva ruin y la Tierra no se llene de depravación.

30 Mis Shabat observaréis y Mi Santuario temeréis: Yo soy El Eterno.

31 No os tornéis hacia la brujería de los Ovot y los Idonim; no busquéis contaminaros por medio de ellos. Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

32 En la presencia de un sabio os levantaréis y honraréis la presencia de un anciano y temeréis a vuestro Dios. Yo soy El Eterno.

33 Cuando un converso habite con vosotros en vuestra tierra, no lo afliguirés burlándose de él.

34 El converso que habite con vosotros será como un nativo entre vosotros y lo amaréis como a vosotros mismos, pues fuisteis extranjeros en la tierra de Egipto. Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

35 No pervertiréis la justicia en medidas de longitud, peso o volumen.

36 Tendréis balanzas correctas, pesos correctos, medidas secas correctas y medidas líquidas correctas. Yo soy El Eterno, vuestro Dios, Quien os sacó de la tierra de Egipto.

37 Observaréis todos Mis decretos y todas Mis ordenanzas, y las realizaréis. Yo soy El Eterno».

20

1 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo:

2 «Diles a los Hijos de Israel: todo hombre de los Hijos de Israel y del converso que habite con Israel, que diere de su simiente a Molej, será condenado a muerte; la gente de la tierra lo apedreará.

3 Yo concentraré Mi atención en ese hombre, y lo troncharé de su pueblo, pues dio de su simiente a Molej para mancillar Mi Santuario y profanar Mi Nombre Sagrado.

4 Pero si la gente del pueblo desvía la vista de ese hombre cuando da de su simiente a Molej, para no condenarlo a muerte,

5 entonces concentraré Mi atención en ese hombre y en su familia; troncharé de su pueblo a él y a todos los que se descarríen con él para descarriarse tras Molej.

6 Y la persona que tornare a la brujería de los Ovot y los Idonim para descarriarse tras ellos, Yo concentraré Mi atención en esa persona y la troncharé de su pueblo.

7 Os santificaréis y seréis santos, pues Yo soy El Eterno, vuestro Dios.

8 Observaréis Mis decretos y los realizaréis, Yo soy El Eterno, Quien os santifica.

9 Pues todo hombre que maldijere a su padre o a su madre será condenado a muerte; a su padre o su madre ha maldecido, su sangre será sobre él.

10 El hombre que cometiere adulterio con la mujer de un hombre, que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo; el adúltero y la adúltera serán condenados a muerte.

11 El hombre que yaciere con la mujer de su padre habrá descubierto la desnudez de su padre; los dos serán condenados a muerte, su sangre será sobre ellos.

12 El hombre que yaciere con su nuera, los dos serán condenados a muerte; han cometido una perversión, su sangre está sobre ellos.

13 El hombre que yace con un hombre como se yace con una mujer, ambos han cometido una abominación; serán condenados a muerte, su sangre será sobre ellos.

14 El hombre que tomare a una mujer y a su madre, es una conjura depravada; lo quemarán a él y a ellas en el fuego y no habrá depravación entre vosotros.

15 El hombre que yaciere con un animal será condenado a muerte; y mataréis al animal.

16 Y la mujer que se acerca a un animal para que éste se aparee con ella, mataréis a la mujer y al animal; serán condenados a muerte, su sangre será sobre ellos.

17 El hombre que tomare a su hermana, la hija de su padre o la hija de su madre, y viere su desnudez y ella viere la desnudez de él, es una ignominia y serán tronchados de la vista de los miembros de su pueblo; habrá descubierto la desnudez de su hermana, cargará con su iniquidad.

18 El hombre que yaciere con una mujer durante la impureza de ésta y descubriere su desnudez, habrá descubierto su origen y ella ha descubierto el origen de su sangre; los dos serán apartados de su pueblo.

19 La desnudez de la hermana de tu madre o de la hermana de tu padre no descubriréis, porque es descubrir vuestra propia carne; cargaréis con su iniquidad.

20 Y el hombre que yaciere con su tía habrá descubierto la desnudez de su tía; cargarán con su pecado, morirán sin hijos.

21 El hombre que tomare a la mujer de su hermano, es cosa aborrecible; habrá descubierto la desnudez de su hermano, no tendrá hijos.

22 Observaréis todos Mis decretos y todas Mis ordenanzas y las realizaréis; entonces la Tierra a la que os traigo para habitar en ella no os vomitará.

23 No sigáis las costumbres de la nación a la que expulso de ante vosotros, pues ellos hicieron todas estas cosas y Yo los aborrecí.

24 Y os dije: Heredaréis su tierra y os la daré por heredad, una tierra en la que fluye la leche y la miel. Yo soy El Eterno vuestro Dios, que os ha separado de los pueblos.

25 Haréis distinción entre el animal puro y el impuro, y entre el ave pura y el ave impura; y no haréis abominables vuestras almas con esos animales y esas aves, ni con nada que se arrastra por el suelo, a los que he separado para que los consideréis impuros.

26 Seréis santos para Mí, pues Yo, El Eterno, soy Santo; y os he separado de los pueblos para que seáis Míos.

27 Todo hombre o mujer en los que se hallare la brujería de Ov o de Idoni, serán condenados a muerte; los apedrearán, su sangre será sobre ellos».

 

El Libro de la Verdad: Una Semana de Descanso – 154:2.1-5, El Noveno Año de Jesús (Año 3 d. de J.C.) – 124:1.11-13:

2. Una Semana de Descanso

154:2.1
El domingo 8 de mayo del año 29 d. de J.C., en Jerusalén, el sanedrín aprobó un decreto que cerraba todas las sinagogas de Israel a Jesús y a sus seguidores. Ésta fue una nueva usurpación de autoridad sin precedentes por parte del sanedrín de Jerusalén. Hasta ese momento cada sinagoga existía y funcionaba como una congregación independiente de creyentes, bajo el mando y dirección de su propio consejo de rectores. Sólo las sinagogas de Jerusalén se habían sometido a la autoridad del sanedrín. Esta sumaria acción del sanedrín motivó la renuncia de cinco de sus miembros. Se despacharon inmediatamente cien mensajeros para trasmitir y hacer cumplir este decreto. En el corto espacio de dos semanas, todas las sinagogas de Israel se plegaron a este manifiesto del sanedrín, a excepción de la de Hebrón. Los rectores de la sinagoga de Hebrón se negaron a reconocer la jurisdicción del sanedrín sobre su consejo directivo. Esta negación a someterse al decreto de Jerusalén se basaba en el punto de vista de la autonomía de la congregación más que en una simpatía por la causa de Jesús. Poco tiempo después, la sinagoga de Hebrón fue destruida por un incendio.

154:2.2
Este mismo domingo por la mañana, Jesús decretó una semana de vacaciones, urgiendo a todos sus discípulos que retornaran a sus hogares o fueran a visitar a sus amigos para descansar sus almas atribuladas y decir palabras de aliento a sus seres queridos. Dijo: «Iros a casa para buscar esparcimiento o pescar, mientras oráis por la expansión del reino».

154:2.3
Esta semana de descanso permitió a Jesús visitar a muchas familias y grupos junto al mar. También fue a pescar con David Zebedeo en varias ocasiones, y aunque permaneció a solas buena parte del tiempo, dos o tres de los más fieles mensajeros de David Zebedeo le vigilaron constantemente, velando por la seguridad de Jesús de acuerdo con las órdenes precisas de su jefe. No hubo enseñanza pública de ningún tipo durante esta semana de descanso.

154:2.4
Fue ésta la semana en la que Natanael y Santiago Zebedeo sufrieron una enfermedad bastante grave. Durante tres días y tres noches estuvieron agudamente afligidos por un doloroso disturbio digestivo. Durante la tercera noche, Jesús envió a Salomé, la madre de Santiago, a que descansara, mientras él ministraba a sus apóstoles dolientes. Por supuesto, Jesús podría haber curado instantáneamente a estos dos hombres, pero no era éste el método de elección del Hijo ni del Padre para tratar estas dificultades y aflicciones comunes de los hijos del hombre en los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio. Jesús no recurrió ni siquiera una vez, a lo largo de su pletórica vida en la carne, a ministraciones sobrenaturales para con los miembros de su familia terrestre o para beneficio de uno de sus seguidores inmediatos.

154:2.5
Es necesario enfrentar las dificultades del universo y aprender a salvar los obstáculos planetarios como parte del entrenamiento por medio de la experiencia, provista para el crecimiento y desarrollo, el perfeccionamiento progresivo, del alma evolutiva de las criaturas mortales. La espiritualización del alma humana requiere una experiencia íntima del proceso educacional que significa resolver una amplia gama de problemas universales reales. La naturaleza animal y las formas más bajas de las criaturas volitivas no progresan favorablemente en un ambiente fácil. Las situaciones problemáticas, combinadas con los estímulos del esfuerzo, conspiran para producir esas actividades de la mente, el alma y el espíritu que contribuyen poderosamente al logro de objetivos valioso.

El Noveno Año de Jesús (Año 3 d. de J.C.)

124:1.11
En mayo de ese año, en la granja de su tío, Jesús ayudó por primera vez a cosechar trigo. Antes de cumplir los trece años ya había averiguado algo de prácticamente todo trabajo que desempeñaban los hombres y mujeres en Nazaret, excepto el trabajo en metal; cuando fue mayor, después de la muerte de su padre, pasó varios meses en el taller de un herrero.

124:1.12
Cuando había poco trabajo y disminuían las caravanas, hacía viajes de placer o de negocios con su padre a las ciudades cercanas de Caná, Endor y Naín. Incluso desde joven visitaba con frecuencia Séforis, a aproximadamente cinco kilómetros al noroeste de Nazaret, ciudad que era la capital de Galilea desde el año 4 a. de J.C. hasta alrededor del año 25 d. de J.C., y una de las residencias de Herodes Antipas.

124:1.13
Jesús seguía creciendo física, intelectual, social y espiritualmente. Los viajes afuera del hogar le proporcionaron una comprensión mejor y más generosa de su propia familia; a esta altura, sus padres aprendían de él tanto como seguían enseñándole. Jesús era un pensador original y un maestro experto aun en su juventud. Se encontraba en conflicto constante con la así llamada «ley oral», pero siempre intentaba adaptarse a las prácticas de su familia. Se llevaba muy bien con los niños de su edad, pero a menudo se desalentaba porque la mente de estos niños era de reacción lenta. Antes de los diez años ya era el líder de un grupo de siete muchachos que formaron una sociedad para promover la conquista de la vida adulta, tanto física como intelectual y religiosa. Con estos muchachos Jesús con éxito introdujo muchos juegos nuevos y varias formas mejoradas de recreación física.