Lecturas del Convenio Unido para el Sábado, 5 de Julio, 2025

Giliana Kudsha

No Permitáis que Satanás Tiente Vuestro Corazón

Escucha bien: Satanás no es una figura abstracta ni algo lejano. Es real, astuta y despiadada, siempre buscando formas de infiltrarse en tu vida. Ella observa cada paso que das, cada pensamiento débil, cada momento de duda. Si bajas la guardia, incluso por un instante, ella aprovechará para plantar en ti las semillas del pecado. No te engañes pensando que puedes jugar con el fuego y salir ileso.

La tentación de Satanás se presenta como algo atractivo, seductor, incluso justificado. Pero detrás de su apariencia encantadora, su único objetivo es destruirte desde dentro. Si permites que sus susurros se alojen en tu corazón, poco a poco ella te alejará de Alaha, te llenará de orgullo, envidia y desesperación.

No tienes tiempo para la complacencia. Cada día es una batalla, y tú debes estar preparado. No te dejes llevar por las emociones ni por las justificaciones. Satanás es experta en manipularte para que creas que el pecado es inofensivo, pero tú debes ser más fuerte que sus mentiras.

Sé disciplinado. No permitas que sus artimañas dominen tu mente. Si un pensamiento corrupto aparece, elimínalo de inmediato. No dialogues con ella, no racionalices sus insinuaciones. Tu fortaleza depende de tu capacidad para cortar de raíz cualquier influencia que te desvíe del camino.

Satanás odia un corazón puro, porque sabe que no puede penetrarlo. Tú debes trabajar diariamente para que tu corazón sea impenetrable. Examina tus deseos, tus ambiciones, y tus intenciones. ¿Están dirigidos hacia Alaha o hacia ti mismo? Si permites que el egoísmo o la apatía tomen el control, le estás abriendo la puerta a ella.

Ella no necesita mucho para sembrar el caos. Basta con que te descuides en lo pequeño: un pequeño pecado aquí, una excusa allá. Y antes de que te des cuenta, estarás atrapado en su red. No permitas que eso ocurra.

La lucha contra Satanás no es fácil, pero tampoco es imposible. Tú tienes la fuerza para resistirla si permaneces alerta y decidido. No te rindas a sus tentaciones; no le des poder sobre tu vida. Que ella no encuentre en ti un corazón débil ni una voluntad quebrada.

Elige bien. Lucha con valor. Mantén la puerta de tu corazón cerrada a Satanás y abierta únicamente a Alaha. No permitas que ella te venza.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 52:

Pactarios

1 El enfoque principal de cada Pactario verdadero es la liberación de todas las almas de la oscuridad.

2 Por la gracia de Jehová cada hombre, mujer y niño o niña puede llegar a entender la revelación dada a Su pueblo.

3 El Pactarismo está vivo y los Pactarios de Jehová están llenos de alegría en su servicio al Creador y a su prójimo.

4 El Pactarismo no os juzga de acuerdo a vuestras indiscreciones del pasado, sino que está abierto a todos aquellos que buscan la Luz de Jehová.

5 No penséis que la Religión de la Luz pone a una raza humana por encima de las demás. El Pactarismo enseña la igualdad de todas las razas y nacionalidades.

6 El verdadero Pactario es el que habla con gentileza y compasión, y está lleno de gran alegría por impartir las Gemas relucientes de la Verdad a los que la buscan.

7 Cuando os convertís en un Pactario de Jehová, os estáis convirtiendo a la Religión de la Luz, no a una organización autoritaria o a un nuevo movimiento religioso. El Pactarismo pertenece a Jehová y no a una organización.

8 El Pactarismo, aunque enseña que es una fe verdadera, no dice que es el único camino a Jehová, porque han habido Mensajeros Divinos que han aparecido en muchas épocas de la existencia de la humanidad y han enseñado la Verdad a muchas personas y muchas almas se han despertado.

9 No os dejéis engañar, hijos e hijas míos – hay muchas religiones falsas que no tienen la Presencia Divina en su interior y que solo existen por el poder de la malvada, por lo que debéis entender que no todos los caminos son caminos de la Luz.

10 Si deseáis saber más sobre el Pactarismo, preguntad a los que creen en él y observan sus prácticas en lugar de depender exclusivamente de los escritos y dichos de los que no son Pactaristas, o de aquellos que dicen practicarlo, pero sus obras muestran lo contrario.

11 El Pactarismo es una fe viva y verdadera practicada por hombres y mujeres en estos tiempos modernos, y refleja sus orígenes antiguos.

12 A través de los siglos el Pactarismo ha ayudado a innumerables personas a entender el origen y el propósito de la vida.

13 Los Pactaristas de Jehová no apoyan a organizaciones ni patrocinan a empresas que están en contra de la igualdad de derechos.

14 Los Pactaristas de verdad creen que todas las razas, nacionalidades, géneros y orientaciones sexuales merecen el mismo respeto.

15 Los Pactaristas apoyan la protesta pacífica contra los institutos y empresas que no respetan la igualdad y la justicia.

16 Los Pactaristas de Jehová solo buscan presentar a la humanidad la revelación inmaculada del Gran Padre.

17 Un hombre o una mujer puede encontrar la paz, el amor y la estabilidad cuando él o ella adopta y practica con lealtad el Pactarismo como se está revelando al mundo hoy en día.

Torá, Números 19:1-22:1:

PARASHAT JUKAT – SECCIÓN JUKAT

19

1 El Eterno les habló a Moshé (Moisés) y a Aarón, diciendo:

2 «Éste es el decreto de la Torá que El Eterno ha ordenado, diciendo: Háblales a los Hijos de Israel y ellos tomarán para ti una vaca completamente roja, que no tiene mácula, y sobre la cual no se ha ceñido yugo.

3 Se la daréis a Elazar el sacerdote; él la llevará afuera del campamento y alguien la sacrificará en su presencia.

4 Elazar el sacerdote tomará de su sangre con su dedo índice, y esparcirá siete veces de su sangre en dirección a la Tienda de la Reunión.

Alguien quemará la vaca ante sus ojos: su piel, su carne y su sangre, con su excremento quemará.

6 El sacerdote tomará madera de cedro, hisopo y hebra carmesí y los arrojará dentro de la quema de la vaca.

7 El sacerdote lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua, y luego ingresará al campamento; y el sacerdote permanecerá impuro hasta el anochecer.

8 El que la queme lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua; y quedará impuro hasta el anochecer.

9 Un hombre puro reunirá la ceniza de la vaca y la colocará fuera del campamento, en un lugar puro. Para la asamblea de Israel será un recordatorio para el agua del rociado –mei nidá-; es para purificación.

10 El que recogió la ceniza de la vaca lavará sus vestimentas y quedará impuro hasta el anochecer. Será para los Hijos de Israel y para el converso que habita entre ellos un decreto eterno.

11 El que toque el cadáver de cualquier ser humano será impuro durante siete días.

12 Él se purificará con ella, la ceniza de la vaca roja, al tercer día y al séptimo día será puro; pero si no se purificare al tercer día, entonces al séptimo día no quedará puro.

13 Todo el que toque el cuerpo de un ser humano que hubiere muerto y no se hubiere purificado, si hubiere impurificado el Tabernáculo de El Eterno, esa persona será tronchada de Israel; como el agua del rociado no fue arrojada sobre él, permanecerá impuro; su impureza está sobre él.

14 Ésta es la ley concerniente al hombre que muriere en una tienda: todo lo que entre a la tienda y todo lo que hubiere en la tienda será impuro durante siete días.

15 Cualquier vasija abierta que no tiene tapa ajustada será impura.

16 En el campo abierto, todo el que toque a alguien que fue muerto por la espada o que murió, o un hueso humano o una tumba, será impuro durante siete días.

17 Tomarán para la persona impurificada de la ceniza de la quema del animal de purificación y le colocarán encima agua de manantial en una vasija.

18 Un hombre puro tomará hisopo y lo sumergirá en el agua, y esparcirá sobre la tienda, sobre todas las vasijas, sobre las personas que estaban allí y sobre el que tocó el hueso, o el que fue asesinado o el que murió, o sobre la tumba.

19 La persona pura esparcirá sobre la persona impurificada al tercer día y al séptimo día, y lo purificará al séptimo día; luego lavará sus vestimentas y se sumergirá él mismo en agua, y se volverá puro al anochecer.

20 Pero el hombre que quede impuro y no se purifique si hubiere impurificado el Santuario de El Eterno, esa persona será tronchada del medio de la congregación; porque el agua del rociado no fue arrojada sobre él y está impuro.

21 Éste será para ellos un decreto eterno. Y el que esparza el agua de rociado, lavará sus vestimentas, y el que toque el agua del rociado será impuro hasta el anochecer.

22 Todo lo que toque la persona impura será impuro y la persona que lo toque será impura hasta el anochecer».

20

1 Los Hijos de Israel, toda la asamblea, llegaron al Desierto de Tzin en el mes primero, y el pueblo se estableció en Kadesh. Miriam murió allí y fue enterrada allí.

2 No había agua para la asamblea, y se reunieron en contra de Moshé (Moisés) y Aarón.

3 El pueblo tuvo una disputa con Moshé (Moisés) y habló, diciendo: «¡Si tan sólo hubiéramos perecido como perecieron nuestros hermanos ante El Eterno!

4 ¿Por qué trajisteis a la congregación de El Eterno a este desierto para que muramos allí, nosotros y nuestros animales?

5 ¿Y por qué nos hiciste ascender de Egipto para traernos a este lugar malo? No es un lugar de semilla, ni higo, ni uva, ni granada; ¡y no hay agua para beber!».

6 Moshé (Moisés) y Aarón llegaron de ante la presencia de la congregación hacia la entrada de la Tienda de la Reunión y cayeron sobre sus rostros. La Gloria de El Eterno apareció ante ellos.

7 El Eterno habló a Moshé (Moisés), diciendo:

8 «Toma la vara y reúne a la asamblea; tú y Aarón, tu hermano, y háblale a la roca ante sus ojos y dará sus aguas. Sacaréis para ellos agua de la roca y daréis de beber a la asamblea y a sus animales».

9 Moshé (Moisés) tomó la vara de ante El Eterno, tal como Él le había ordenado.

10 Moshé (Moisés) y Aarón reunieron a la congregación ante la roca y le dijeron: «Escuchad ahora, rebeldes, ¿acaso sacaremos agua para vosotros de esta roca?».

11 Entonces Moshé (Moisés) alzó su brazo y golpeó la roca con su vara, dos veces; surgió agua en abundancia y bebieron la asamblea y sus animales.

El Eterno castiga a Moisés y Aarón

12 El Eterno les dijo a Moshé (Moisés) y a Aarón: «Porque no creísteis en Mí para santificarme a los ojos de los Hijos de Israel, por eso no traeréis a esta congregación a la Tierra que les he dado».

13 Son las aguas de la disputa, donde los Hijos de Israel tuvieron una disputa con El Eterno y Él fue santificado por medio de ellas que provocaron finalmente la muerte de los líderes.

Moisés envía emisarios a Edom

14 Moshé (Moisés) envió emisarios desde Kadesh al reino de Edom: «Así dijo tu hermano Israel: tú sabes todas las dificultades que nos han acaecido.

15 Nuestros antepasados descendieron a Egipto y nosotros habitamos en Egipto durante muchos años, y los egipcios nos hicieron mal a nosotros y a nuestros antepasados.

16 Nosotros clamamos ante El Eterno y El oyó nuestra voz; envió un emisario y nos sacó de Egipto. Ahora he aquí que estamos en Kadesh, una ciudad al borde de vuestra frontera.

17 Pasaremos, por favor, tu territorio; no pasaremos por los campos ni por el viñedo, ni beberemos el agua del pozo; por el camino principal transitaremos, no nos desviaremos ni a la derecha ni a la izquierda, hasta que hayamos atravesado tu frontera.»

18 El rey de Edom le dijo: «No pasaréis por mí, ¡para que no me enfrente a ti con la espada!».

19 Los Hijos de Israel le dijeron: «Subiremos por el camino y si bebemos tu agua, yo o mis rebaños, pagaré su precio. Sólo que nada de eso ocurrirá. Pasaremos a pie».

20 Él dijo: «¡No pasaréis!». Entonces Edom salió a enfrentarlos con un pueblo numeroso y mano fuerte. 21 Y Edom se negó a dejar que Israel pasara por su frontera, e Israel se alejó de él.

La muerte de Aarón

22 Partieron de Kadesh y los Hijos de Israel llegaron, toda la asamblea, al Monte Hor.

23 El Eterno les dijo a Moshé (Moisés) y a Aarón en el Monte Hor junto a la frontera de la tierra de Edom, diciendo:

24 «Aarón se reunirá con su pueblo, pues no entrará a la Tierra que les he dado a los Hijos de Israel, pues desafiasteis Mi palabra en las aguas de la disputa.

25 Toma a Aarón y su hijo Elazar y hazlos ascender al Monte Hor.

26 Despoja a Aarón de sus vestimentas y vísteselas a su hijo Elazar; Aarón se reunirá con su pueblo y morirá allí».

27 Moshé (Moisés) hizo tal como El Eterno ordenó y ascendieron al Monte Hor ante los ojos de toda la asamblea.

28 Moshé (Moisés) le despojó sus vestimentas a Aarón y vistió a su hijo Elazar con ellas; entonces Aarón murió allí, en la cima del Monte, y Moshé (Moisés) y Elazar descendieron de la montaña.

29 Cuando toda la asamblea vio que Aarón había perecido, lloraron a Aarón durante treinta días, toda la Casa de Israel.

21

1 El rey cananeo de Arad, que habitaba en el sur, oyó que Israel había venido por la ruta de los espías y luchó contra Israel y tomó un cautivo.

2 Israel le hizo un voto a El Eterno y dijo: «Si entregar, entregases a este pueblo en mi mano, yo consagraré sus ciudades».

3 El Eterno oyó la voz de Israel y entregó al cananeo, y los apartó a ellos para matarlos y a sus ciudades consagró. Llamó al nombre del lugar Jormá.

4 Se trasladaron del Monte Hor por la ruta del Mar de Cañas para circundar la tierra de Edom y el espíritu del pueblo se impacientó en el camino.

5 El pueblo habló en contra de Dios y de Moshé (Moisés): «¿Por qué nos hicisteis ascender de Egipto para morir en el Desierto? Pues no hay pan ni hay agua, y nuestra alma está hastiada de este pan sin sustancia».

6 Dios envió a las serpientes venenosas en contra del pueblo y éstas mordieron al pueblo. Una gran multitud del pueblo de Israel murió.

7 El pueblo vino ante Moshé (Moisés) y dijo: «Hemos pecado, pues hemos hablado en contra de El Eterno y en contra de ti. Rézale a El Eterno para que quite de nosotros la serpiente.» Moshé (Moisés) rezó por el pueblo.

8 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Hazte una serpiente venenosa y ponla sobre un mástil, y ocurrirá que todo el que fue mordido la mirará y vivirá».

9 Moshé (Moisés) hizo una serpiente de cobre y la colocó sobre el mástil; y ocurría que si la serpiente había mordido a un hombre, éste miraba a la serpiente de cobre y vivía.

10 Los Hijos de Israel se trasladaron y acamparon en Ovot.

11 Se trasladaron de Ovot y acamparon en los pasajes desolados del desierto frente a Moab, hacia el sol saliente.

12 De allí se trasladaron y acamparon en el valle de Zered.

13 De allí se trasladaron y acamparon del otro lado de Arnon, que está en el desierto que sobresale de la frontera de los amorreos; pues Arnon es la frontera de Moab, entre Moab y el amorreo.

14 Por eso en el Libro de las Guerras de El Eterno dice:
El regalo del Mar de Cañas y los arroyos de Arnon

15 la efusión de los arroyos cuando viró para asentarse en Ar
y se apoyó sobre la frontera de Moab

16 y de allí hacia la fuente, es la fuente sobre la cual El Eterno le dijo a Moshé (Moisés)
«Reúne al pueblo y les daré agua».

17 Entonces Israel cantó esta canción:

Elévate, fuente, ¡anúncialo!
18 Pozo que cavaron los príncipes, que los nobles del pueblo excavaron a través de un legislador, con su vara. Un regalo del Desierto;

19 el regalo fue al valle, y del valle a las alturas,

20 y de las alturas al valle que se encuentra en el campo de Moab, en la cima del pico, que observa la superficie de Ieshimón.

21 Israel envió emisarios a Sijón, rey de los amorreos, diciendo

22 «Pasaré por tu tierra; no nos desviaremos por los campos ni los viñedos; no beberemos agua de la fuente; por el camino principal iremos, hasta que atravesemos tu frontera».

23 Mas Sijón no dejó que Israel pasara por su frontera, y Sijón reunió a todo su pueblo y salió a enfrentarse a Israel en el Desierto. Llegó a Iahatz y libró batalla contra Israel.

24 Israel lo hirió con el filo de la espada y tomó posesión de su tierra, desde Arnon hasta Iabok, hasta los hijos de Amon, pues la frontera de los hijos de Amon era poderosa.

25 Israel tomó todas estas ciudades, e Israel se estableció en todas las ciudades amorreas, en Jeshbon y en todos sus suburbios.

26 Pues Jeshbon, era la ciudad de Sijón, rey de los amorreos; y él había librado guerra contra el primer rey de Moab y había tomado toda su tierra que estaba en su poder, hasta Arnon.

27 Con referencia a esto los poetas solían decir:
Venid a Jeshbon, que se construya y establezca como la ciudad de Sijón.

28 Pues un fuego ha surgido de Jeshbon, una llamarada de la ciudad de Sijón,
y consumió a Ar de Moab, los amos de las alturas de Arnon.

29 Ay de ti, Moab, estás perdido, pueblo de Jemosh;
Él hizo a sus hijos fugitivos y a sus hijas cautivas
del rey de los amorreos, Sijón.

30 Su soberanía sobre Jeshbon se perdió, se quitó de Dibon,
y hemos devastado a Nofáj, que llega hasta Medeba.

31 Israel se estableció en la tierra de los amorreos.

32 Moshé (Moisés) envió a espiar a Iazer y ellos conquistaron sus suburbios; y expulsó a los amorreos que allí había.

33 Y giraron y subieron por el camino de Bashan; Og, rey de Bashan, salió a enfrentarlos, él y todo su pueblo, a librar batalla en Edrei.

34 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «No le temas, pues en tu mano lo he entregado a él, a todo su pueblo y a su tierra; harás con él como hiciste con Sijón, rey de los amorreos, quien habita en Jeshbon.»

35 Ellos lo atacaron a él, y a sus hijos, y a todo su pueblo, hasta que no quedó ningún sobreviviente, y ellos tomaron posesión de su tierra.

22

1 Los Hijos de Israel se trasladaron y acamparon en las planicies de Moab, del otro lado del Jordán, frente a Jericó.

 

El Libro de la Verdad: El Décimo Año (Año 4 d. de J.C.) – 124:2.1-10:

2. El Décimo Año (Año 4 d. de J.C.)

124:2.1

El cinco de julio, el primer sábado del mes, Jesús, mientras paseaba por el campo con su padre, dio por primera vez expresión a sentimientos e ideas que indicaban que estaba empezando a adquirir conciencia de la naturaleza de su extraordinaria misión en la vida. José escuchó atentamente las palabras importantes de su hijo pero hizo muy pocos comentarios; tampoco contribuyó información alguna. Al día siguiente Jesús tuvo una charla similar pero más larga con su madre. María también escuchó su razonamiento, pero tampoco proporcionó información alguna. Pasaron casi dos años antes de que Jesús nuevamente hablara con sus padres sobre la creciente revelación, dentro de su propia conciencia, sobre la naturaleza de su personalidad y el carácter de su misión en la tierra.

124:2.2

En agosto ingresó a la escuela avanzada de la sinagoga. En la escuela creaba constantes problemas por sus preguntas permanentes. Más y más, mantenía a Nazaret en batahola. Sus padres no querían prohibirle que hiciera esas preguntas inquietantes, y su maestro principal se interesaba mucho en la curiosidad, inteligencia y sed de conocimientos del muchacho.

124:2.3

Los compañeros de juego de Jesús no veían nada sobrenatural en su conducta; en la mayoría de los aspectos él era semejante a ellos. Su interés por el estudio era un tanto superior al término medio pero no totalmente singular. Es verdad que hacía más preguntas en la escuela que los demás niños en su clase.

124:2.4

Tal vez la más desusada y notable característica era el hecho de que se negara a luchar por sus derechos. Era un muchacho bien desarrollado para su edad, por eso sus compañeros de juego se sorprendían de que no se defendiera de las injusticias ni de los abusos personales. En realidad, no sufrió mucho por este rasgo debido a su amistad con Jacob, su vecino, que era un año mayor. Jacob era hijo del albañil, socio de José. Jacob admiraba profundamente a Jesús y se aseguraba de que nadie se aprovechase de la aversión de Jesús por la lucha física. Varias veces ocurrió que jóvenes mayores y mal educados atacaron a Jesús, contando con su notoria docilidad, pero siempre sufrieron un castigo expedito y seguro de su autonombrado campeón y siempre listo defensor, Jacob, el hijo del albañil.

124:2.5

Jesús era el líder aceptado entre los muchachos nazarenos que tenían los ideales más elevados de su tiempo y generación. Sus amigos juveniles lo amaban verdaderamente, no sólo porque era justo, sino también porque poseía una rara comprensión que llegaba al amor y que rayaba en la compasión discreta.

124:2.6

Ese año empezó a mostrar una marcada preferencia por la compañía de personas mayores. Le gustaba hablar de temas culturales, educacionales, sociales, económicos, políticos y religiosos con mentes más adultas, y su profundidad de raciocinio y agudeza de observación tanto encantaban a los adultos que lo conocían, que siempre estaban dispuestos a conversar con él. Hasta el momento en que tuvo que hacerse cargo de mantener el hogar, sus padres trataban de que se asociese con los de su propia edad en vez de conversar con adultos mejor informados con quienes el prefería estar.

124:2.7

Hacia fines de ese año, pasó dos meses con su tío en el Mar de Galilea, pescando y aprendiendo mucho. Antes de llegar a la vida adulta, ya era un experto pescador.

124:2.8

Su desarrollo físico continuaba; era un estudiante avanzado y privilegiado en la escuela; se llevaba relativamente bien en el hogar con sus hermanos y hermanas más jóvenes, teniendo la ventaja de contar con tres años y medio más que el mayor de otros niños. Todos tenían buena opinión de él en Nazaret a excepción de los padres de algunos de los niños menos inteligentes, que le acusaban de impertinencia, opinando que no mostraba suficiente humildad y reserva juvenil. Cada vez más intentaba dirigir las actividades de juego de sus amigos juveniles hacia campos más serios y razonables. Era un maestro innato y no podía dejar de actuar como tal aun cuando supuestamente jugaba.

124:2.9

José comenzó muy pronto a enseñar a Jesús las diversas maneras de ganarse la vida, explicándole las ventajas de la agricultura sobre la industria y el comercio. Galilea era un distrito más hermoso y próspero que el de Judea, y vivir en Galilea costaba un cuarto de lo que costaba vivir en Jerusalén y Judea. Era una provincia formada de aldeas agrícolas y florecientes ciudades industriales, con más de doscientas ciudades de más de cinco mil habitantes cada una y treinta de más de quince mil habitantes.

124:2.10

Cuando viajó por primera vez con su padre para estudiar la industria pesquera en torno al lago de Galilea, Jesús prácticamente decidió hacerse pescador; pero su relación estrecha con la vocación de su padre le impulsó más adelante a hacerse carpintero, y aun más tarde decidió, debido a una combinación de influencias diversas, que sería un maestro religioso de una nueva orden.