Lecturas del Convenio Unido para el Viernes, 30 de Agosto, 2024

Giliana Kudsha

Lecturas para las Congregaciones

El séptimo día de la semana (Sábado), debéis reuniros para leer porciones de la Torá1. Los Domingos, debéis leer las palabras de la Didaché2. Los Lunes, debéis leer el Evangelio del Santo Profeta Mani3. Los Miércoles, debéis leer las palabras designadas del Oahspe4 [solo libros específicos del Oahspe]. Los viernes y días especiales relacionados con su texto, debéis leer la sección IV del Libro de la Verdad; el Libro no solo complementa las escrituras ya mencionadas para el Convenio Unido, sino que también ayuda a solidificar los conceptos enseñados dentro del Convenio.

Además de estos libros, debéis continuar leyendo los textos sagrados que son tradicionales en vuestra comunidad, como por ejemplo: los Salmos de Israel, los Proverbios de Salomón, el Nuevo Testamento, los Evangelios de Mateo y Tomás, la Epístola de Santiago, y otros. Pero todos los días, debéis leer las palabras de la Giliana Kudsha5.

Si no podéis reuniros como una congregación, debéis leer y meditar sobre estas Escrituras en privado. Al hacerlo, orad siempre pidiendo sabiduría y guía. Orad antes y después de leer las Escrituras.

Notas del Editor

1 Los textos tradicionales del Shabat son de los 5 primeros libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio. Mir Izgadda no menciona la lectura de la Haftará.

2 La Didaché, también conocida como las Enseñanzas de Jesucristo mediante los Apóstoles. Este es un texto sagrado compuesto alrededor del año 50 D.C.

3 Una recopilación de textos traducidos de diversas fuentes Maniqueas.

4 Libros para leer de la Biblia Oahspe: Oahspe, La Voz del Hombre, El Libro de Jehovíh (Capítulos I-VIII), El Libro del Juicio (Capítulos I-XXXVIII), el Libro de la Inspiración (Capítulos I-XVII), El Libro del Reino de Jehovíh en la Tierra (Capítulos I-XXVI), y El Libro de la Disciplina (Capítulos I-XIV)

5 Consulte las siguientes secciones de este folleto para obtener más información: “Vuestro Libro Sagrado”, y “Alimentándose de las Palabras Sagradas”.

 

Enseñanzas de la Luz Capítulo 46:

Jesucristo

1 Si creéis en Jesús, iréis más allá de la muerte y llegaréis a la vida.

2 Los Mensajeros Divinos han venido en muchas épocas y lugares diferentes en el mundo, uno de ellos llamado Jesús.

3 Jesús es el nombre de uno de los Mensajeros Divinos que apareció en la tierra de Israel.

4 Su apariencia fue en el velo de una cáscara humana, pero era un ser espiritual.

5 El Jesús que apareció en Judea fue un ser espiritual que había estado presente en el momento cuando los Israelitas cruzaron el mar huyendo del Faraón de Egipto.

6 En épocas anteriores Jesús fue conocido como Yehoshúa* y era conocido en Ajetatón como Tutanjatón. El nombre de su padre fue Ajenatón. Su madre fue Nefertiti y su hermano fue Semenejkara.

* (Josué)

(la ciudad del Señor, Amarna)

7 El mismo nombre de Jesús significa salvación.

8 Aunque el nombre «Joshú» se usa en la Biblia Oahspe para referirse a la figura histórica de Judea del primer siglo, realmente es solo una cuestión de traducción; el término “Jesús” es apropiado en cualquier forma occidental de la Religión de la Luz.

9 Para algunos, requerir una estricta adhesión a ciertos términos y frases puede causar una barrera lingüística, y ellos pueden perder fácilmente su enfoque en el objetivo más importante de la Religión de la Luz en su cultura específica. 

 

El Libro de la Verdad

5. El Memorable Domingo por la Mañana

154:5.1

El 22 de mayo fue un día memorable en la vida de Jesús. Este domingo por la mañana, antes del amanecer, uno de los mensajeros de David llegó de gran prisa de Tiberias, trayendo la noticia de que Herodes había autorizado, o estaba a punto de autorizar, el arresto de Jesús por parte de los oficiales del sanedrín. Al recibir la noticia de este peligro inminente, David Zebedeo despertó a sus mensajeros y los envió a todos los grupos locales de discípulos, llamándolos para un concilio de emergencia a las siete de esa misma mañana. Cuando la cuñada de Judá (hermano de Jesús) escuchó este informe alarmante, rápidamente pasó la noticia a todos los de la familia de Jesús que vivían cerca, convocándolos a la casa de Zebedeo. En respuesta a este llamado de urgencia, pronto se congregaron María, Santiago, José, Judá y Ruth.

154:5.2

En esta reunión temprano por la mañana, Jesús impartió sus instrucciones de despedida a los discípulos reunidos; o sea, que se despidió de ellos por el momento, porque bien sabía que pronto serían dispersados de Capernaum. Les instó a que buscaran a Dios para que los guiara, y que llevaran a cabo la obra del reino sin temer las consecuencias. Los evangelistas debían laborar como mejor les pareciera hasta el momento en que se los llamara. Seleccionó a doce entre los evangelistas para que lo acompañaran; ordenó a los doce apóstoles que permanecieran con él pasara lo que pasara. Instruyó a las doce mujeres que permanecieran en la casa de Zebedeo y en la casa de Pedro hasta que él enviara por ellas.

154:5.3
Jesús aprobó que David Zebedeo continuara con el servicio de mensajeros por todo el país, y David, al despedirse del Maestro, dijo: «Maestro, sal y haz tu obra. No te dejes atrapar por los fanáticos, y no dudes que los mensajeros estarán siempre a tu alcance. Mis hombres no te perderán nunca de vista, y por su intermedio estarás informado sobre el progreso del reino en otras regiones, y por ellos sabremos nosotros de ti. Nada puede ocurrirme que interfiera con este servicio, porque he nombrado líderes sustitutos en primero, segundo y aun tercer término. No soy instructor ni predicador, pero mi corazón me exige que haga esto, y nadie podrá disuadirme».

154:5.4
A eso de las 7:30 de esta mañana dio comienzo Jesús a su discurso de despedida a casi cien creyentes que se apiñaban en el interior de la casa para escucharlo. Era ésta una ocasión solemne para todos los presentes, pero Jesús parecía estar especialmente alegre; había vuelto a ser él mismo. La seriedad de las últimas semanas había desaparecido y los inspiró con palabras de fe, esperanza y valor.

6. El Renacimiento Samaritano

143:6.1

La tarde en que Nalda atrajo las multitudes de Sicar para ir a ver a Jesús, los doce acababan de volver con comida, e instaron a Jesús a que comiese con ellos en vez de hablar a la gente, porque habían estado sin comer todo el día y tenían hambre. Pero Jesús sabía que pronto caería la noche. Por eso persistió en su determinación de hablar con el pueblo antes de despedirlos. Cuando Andrés intentó persuadirle a que comiera algo poco antes de dirigirse a la multitud, Jesús le dijo: «Tengo un alimento del que vosotros no sabéis». Al escuchar esto los apóstoles, se dijeron unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer? ¿Es posible que la mujer le dio comida además de bebida?» Cuando Jesús les oyó conversar entre ellos, antes de hablar a la gente se volvió para decirles a los doce: «Mi alimento es hacer la voluntad de Aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra. Ya no debéis decir vosotros falta tanto y tanto para la cosecha. He aquí a esta gente que sale de una ciudad samaritana para escucharnos; yo os digo que los campos ya blanquean para la cosecha. Aquel que siega, recibe salario y recoge estos frutos para la vida eterna; así pues, los sembradores y los segadores se alegran juntos, porque en esto es verdadero el refrán: ‘uno es el sembrador y otro el segador’. Os envío ahora a segar donde vosotros no habéis trabajado; otros han trabajado, y vosotros ahora estáis a punto de uniros con su trabajo». Esto dijo refiriéndose a la predicación de Juan el Bautista.

143:6.2
Jesús y los apóstoles fueron a Sicar y predicaron dos días antes de establecer su campamento en el Monte Gerizim. Muchos de los habitantes de Sicar creyeron en el evangelio y pidieron ser bautizados, pero los apóstoles de Jesús aún no bautizaban.

143:6.3
La primera noche en el campamento en el Monte Gerizim los apóstoles esperaban que Jesús les reprochara su actitud hacia la mujer junto al pozo de Jacob, pero él no habló del asunto. En cambio, les dio un discurso memorable sobre «las realidades que son centrales en el reino de Dios». En cualquier religión, es muy fácil que los valores se vuelvan desproporcionados y que los hechos ocupen el lugar de la verdad en la teología personal. El hecho de la cruz se volvió el centro mismo del cristianismo subsiguiente. Pero éste no es la verdad central de la religión que se puede derivar de la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret.

143:6.4
El tema de la enseñanza de Jesús en el Monte Gerizim fue de que él desea que todos los hombres vean a Dios como a un Padre-amigo así como él (Jesús) es un hermano-amigo. Una y otra vez les repitió que el amor es la relación más grande en el mundo—en el universo– así como la verdad es la declaración más grande del cumplimiento de estas relaciones divinas.

143:6.5
Jesús se declaró tan plenamente ante los samaritanos porque podía hacerlo sin peligro, y porque sabía que no volvería a visitar el corazón de Samaria para predicar el evangelio del reino.

143:6.6
Jesús y los doce acamparon en el Monte Gerizim hasta fines de agosto. Durante el día predicaron la buena nueva del reino—la paternidad de Dios– a los samaritanos de las ciudades y pasaron las noches en el campamento. El trabajo que Jesús y los doce llevaron a cabo en estas ciudades samaritanas rindió muchas almas para el reino e hizo mucho para preparar el terreno para la obra maravillosa de Felipe en estas regiones, después de la muerte y resurrección de Jesús, posteriormente a la dispersión de los apóstoles hasta los confines del mundo debido a la amarga persecución de los creyentes en Jerusalén.

7. Las Enseñanzas Sobre la Oración y la Adoración

143:7.1
En las conferencias nocturnas en el Monte Gerizim, Jesús enseñó muchas grandes verdades y en particular, acentuó lo siguiente:

143:7.2
La verdadera religión es el acto de un alma en sus relaciones autoconscientes con el Creador; la religión organizada es el intento del hombre de socializar la adoración de los religionistas individuales.

143:7.3
La adoración—la contemplación de lo espiritual– debe alternar con el servicio, el contacto con la realidad material. El trabajo debe alternar con el esparcimiento; la religión debe ser equilibrada por el buen humor. La filosofía profunda debe ser aliviada por el ritmo de la poesía. El esfuerzo del vivir—la tensión temporal de la personalidad– debe ser aliviada por el reposo de la adoración. Las sensaciones de inseguridad que surgen del temor al aislamiento de la personalidad en el universo, deben ser contrarrestradas por la contemplación, en fe, del Padre y por el intento de comprender al Supremo.

143:7.4
La oración tiene el objeto de hacer que el hombre piense menos pero que comprenda más; no está hecha para aumentar el conocimiento, sino más bien para ampliar el discernimiento.

143:7.5
La adoración tiene el objeto de anticipar una vida mejor en el futuro y después reflejar estas nuevas significaciones espirituales sobre la vida en el presente. La oración sostiene a uno espiritualmente, pero la adoración es divinamente creadora.

143:7.6
La adoración es la técnica de buscar en el Único la inspiración para servir a muchos. La adoración es la vara que mide el grado de desprendimiento del alma del universo material y su vinculación simultánea y segura a las realidades espirituales de toda la creación.

143:7.7
El orar es recordar a sí mismo—pensamiento sublime; el adorar es olvidar a sí mismo—superpensamiento. La adoración es atención sin esfuerzo, descanso real e ideal del alma, ejercicio espiritual que lleva al sosiego.

143:7.8
La adoración es el acto de una parte que se identifica con el Todo; lo finito con lo Infinito; el hijo con el Padre; el tiempo en el acto de marcar el paso con la eternidad. La adoración es el acto de comunión personal del hijo con el Padre divino, la asunción de actitudes refrescantes, creadoras, fraternales y románticas por parte del alma-espíritu humano.

143:7.9
Aunque los apóstoles sólo comprendieron algunas de sus enseñanzas en el campamento, otros mundos las comprendieron, y otras generaciones en la tierra las comprenderán.