MarYah Alaha, en esta noche de viernes, nos acercamos a ti con gratitud en nuestros corazones. Damos gracias por las bendiciones de esta semana que has derramado sobre nosotros, por tu amor inagotable que nos sostiene en cada paso del camino.
En este momento de reflexión y adoración, nos preparamos para recibir el día de reposo, para descansar en tu presencia y renovar nuestras fuerzas en tu gracia.
Te agradecemos por tu constante provisión y cuidado, por cada momento de alegría y por cada desafío que nos ha hecho crecer.
Que esta noche sea un recordatorio de tu amor constante y de tu fidelidad, y que podamos entrar en el día de reposo con corazones agradecidos y humildes.
Bendice nuestro tiempo juntos y que nuestra adoración te sea aceptable, oh MarYah, nuestro refugio y nuestra fortaleza.
Que MarYah guíe nuestros corazones, nuestras mentes, nuestros pies y nuestras mentes con Su palabra. Amén.